El Principado, la Delegación del Gobierno en Asturias y la Guardia Civil han acordado, en el transcurso de una reunión a tres bandas, reforzar las acciones de vigilancia que se vienen llevando a cabo de forma ordinaria contra la pesca ilegal (furtivismo). El objetivo de este incremento del control de la actividad pesquera, según explicaron las administraciones regional y estatal, es “proteger el sistema pesquero, tanto en las descargas como en el transporte y la comercialización”. Para ello, “se incrementarán los controles habituales y se prestará especial atención a la actividad marisquera”.
El director general de Pesca Marítima del Principado, Francisco González, y el director del Área de Agricultura y Pesca de la Delegación del Gobierno en Asturias, Enrique Rodríguez Nuño, se reunieron con representantes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para coordinar las acciones de vigilancia hasta final de año.
“El objetivo es proteger a los profesionales del sector que cumplen con el sistema de cupos en la pesca del percebe, otros mariscos y pescado, en especial ante la llegada de las fiestas navideñas”, manifestó un portavoz del Gobierno regional. Así, las partes implicadas han acordado incrementar los controles que habitualmente se realizan en la costa, en las lonjas y en las carreteras, para comprobar documentación y condiciones de los productos.
En el ámbito de sus competencias, los inspectores del Gobierno de Asturias y los de la Administración General del Estado trabajarán de modo conjunto y se coordinarán de forma semanal en las labores de vigilancia con los agentes del Seprona. El presidente de la federación de cofradías de pescadores del Principado, Adolfo García Méndez, valoró la iniciativa de incrementar la vigilancia contra los furtivos consciente de que su existencia perjudica a los profesionales que respetan las normas y genera un mercado negro que supone una competencia desleal. Ahora bien, también pidió que una campaña como la que se anuncia “no implique un mayor acoso a los ‘pescadores legales’ porque ya estamos sobreinspeccionados”.
Las campañas del percebe, la angula y la de los mariscos en general tienen su momento álgido en el mes de diciembre, cuando la cercanía de las fiestas navideñas revaloriza esos productos altamente apreciados. Al calor de los buenos precios y el incremento de la demanda, los furtivos suelen tratar de hacer su agosto en pleno invierno.
Las cofradías de pescadores que subastan crustáceos y moluscos en Asturias advierten periódicamente de que el problema del furtivismo, “es muy importante y está poniendo en peligro a la especie, acaban con todo”. Así lo hicieron este mismo año en las páginas de La NUEVA ESPAÑA, por ejemplo, las de Luarca y Puerto de Vega.
