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El calvario de una guineana en un pub de Avilés: “Me llamaba ‘mierda’ y ‘estúpida’, y me metía mano”

La mujer relata en el juicio cómo el empresario de la noche José Luis L. D. la explotaba y acabó golpeándola

Un grupo de personas disfrutando en un local de ocio nocturno

Una mujer guineana relató este jueves en la sección tercera de la Audiencia el calvario al que fue sometida durante un mes por un conocido empresario de la noche avilesino, José Luis L. D., en dos locales en la avenida de San Agustín, el Cotton y el Ritz. La mujer explicó que, entre el 11 de enero y el 9 de febrero de 2019, trabajó de camarera con horario “de nueve de la noche a ocho o diez de la mañana”. En ese mes, solo disfrutó de un descanso. “Me prometió 900 euros al mes, pero no me pagó”, aseguró la mujer. El trato no pudo ser más degradante: “Me llamaba ‘mierda’, ‘estúpida’, ‘imbécil’. Cuando pasaba por detrás de la barra me metía mano y me decía: ‘Qué culo duro tienes. ¿Cuándo vas a echar un polvo conmigo? La tengo muy dura’. A veces me tocaba por dentro del pantalón. Yo le decía: ‘Por favor, respeto, no soy tu mujer’. Aguantaba porque necesitaba el dinero. Tengo tres hijos, uno en un psiquiátrico”.

El 10 de febrero de 2019, se produjo un incidente que terminó con José Luis L. D. golpeando a la mujer en el rostro y en el pecho. La mujer asegura que el empresario la agarró de la mano y la empujó al almacén. “Me dio un puño en la cara y me gritaba dónde estaban sus llaves. Me puse de rodillas y le dije: ‘Por favor, no me pegues’. Me montó en el coche y me dijo que me iba a llevar a Comisaría, para que me echasen a mi país. Me amenazó con pegarme fuerte y me dejó tirada en la estación. Entonces llamé a la Policía”, explicó.

José Luis L. D., que está en prisión desde octubre tras ser condenado por un delito similar, negó los hechos: “Nunca trabajó para mí. Era cliente y siempre iba bastante mal de alcohol y drogas. Ella siempre me pedía trabajo, y un día entró en la barra. Le dije que se marchase y se puso histérica”.

También declararon camareras actuales del empresario, quienes negaron las condiciones de explotación. El instructor del atestado y los agentes que participaron en la inspección de Trabajo de los locales del acusado en mayo de 2019, en los que se descubrió a dos camareras sin estar inscritas en la Seguridad Social y una tercera solo asegurada por cuatro horas, ratificaron el informe. El fiscal y la acusación particular, a cargo de la letrada Victoria Eugenia Rodríguez, mantuvieron sus peticiones de ocho años de prisión.

El abogado de José Luis L. D., José Ramón Nistal, restó credibilidad al relato de la mujer, de la que dijo que tardó dos meses en denunciar y que lo hizo solo para obtener el permiso de residencia. Y justificó esta denuncia por la supuesta inquina del Grupo Operativo de Extranjería (GOE) de Oviedo al empresario, al que intentaron acusar sin éxito en otra ocasión: “Se la tienen jurada”.

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