Del “baby boom” de los setenta del pasado siglo al “death boom”. Solo en Avilés nacieron el año pasado 400 niños y fallecieron 926 personas. El crecimiento vegetativo es negativo y el futuro se plantea oscuro en términos de natalidad. Si se analizan los datos de nacimientos registrados en el Hospital Universitario San Agustín –que atiende unas 145.000 cartillas sanitarias de nueve concejos–, los datos son igualmente a la baja.
En cifras: de enero a octubre de este año vinieron al mundo 526 bebés en el complejo sanitario de Camino de Heros. La previsión es cerrar el año con 630 nacimientos, una cifra inferior a la registrada en 2020 cuando ya se alcanzó el mínimo histórico con solo 669 alumbramientos.
El desplome de nacimientos no coge por sorpresa a los profesionales del San Agustín: allá por 2013 estimaban que para 2020 se atenderían alrededor de quinientos alumbramientos. Ahora, la predicción está a punto de cumplirse y nada indica, por el momento, que se recuperen aquellos más de 2.200 partos registrados en 1976 coincidiendo con la inauguración del centro sanitario.
Aunque fue en el año 2013 cuando los números bajaron por primera vez de la delicada “línea roja” de los mil partos –cifra más o menos estable desde que comenzó el siglo–, y desde entonces no han remontado salvo levísimas excepciones.
Detrás de estos números está, según los expertos, el impacto demográfico del covid: en España no solo ha comportado un aumento del 20 por ciento de las defunciones, sino también una caída del 4,2 por ciento de los nacimientos, el freno de la migración y la pérdida de un año de esperanza de vida. Aunque no todo son malas noticias.
En el caso de la comarca avilesina, el número de inmigrantes ha crecido en un once por ciento, según los datos con los que trabaja Servicios Sociales. Actualmente residen en la ciudad 3.138 inmigrantes –la tasa de extranjería es del 4,4 por ciento–, la cifra más alta registrada en los últimos cinco años. Como dato positivo destaca que la mayoría de los inmigrantes son mujeres con edades entre 35 y 64 años.
Al impacto del covid la comarca suma también la reducción progresiva de mujeres en edad fértil, aquellas hijas del “baby boom”. La media ahora en el San Agustín ronda 1,3 hijos por madre y la edad de las parturientas es frecuente que supere los 37 años. Esto guarda relación también con los partos múltiples –este año han nacido, hasta octubre, 526 bebés en 520 partos, lo que indica que seis fueron múltiples–, y los tratamientos de fertilidad a los que se someten las mujeres.
En el paritorio
Del balance anual de los paritorios en el Hospital Universitario San Agustín sobresale el mes de mayo como el de mayor número de partos: 61. El resto de meses se registraron entre cincuenta y sesenta nacimientos, excepto en febrero, cuando únicamente se contabilizaron 32 y junio y octubre, con 46. Como dato cabe destacar que del total de partos el 19 por ciento fueron por cesárea. En muy pocos partos se utilizó instrumental (ventosa, fórceps o espátulas).
