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El bloqueo de la ronda norte lastra la zona de bajas emisiones de la ciudad

Avilés avanza en las restricciones al tráfico de vehículos privados, pero los camiones siguen pasando por el centro para poder acceder al puerto

Tráfico en la avenida Conde de Guadalhorce, en un día laborable. Ricardo Solís

El bloqueo de la ronda norte, la infraestructura llamada a dotar de nuevos accesos al puerto de Avilés, lastra la zona de bajas emisiones de la ciudad. La Ley de cambio climático obliga a que las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan zonas de bajas emisiones (ZBE) en 2023. Avilés aspira a que en esa fecha gran parte del cogollo urbano sea de tráfico restringido, con las peatonalizaciones en marcha, las proyectadas para el año que viene y activadas las que recoge el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que está pendiente de aprobación. Aún de cumplirse todos esos planes municipales, el tráfico pesado seguirá pasando por el centro para poder acceder a la margen izquierda portuaria aún durante varios años. Y es que la ronda norte, una demanda histórica que depende del Gobierno central, sigue sin estar plasmada ni siquiera en el papel. El talón de Aquiles de la ZBE de Avilés está en la propia administración.

Se entiende por zona de baja emisión el ámbito delimitado por una Administración pública, en ejercicio de sus competencias, dentro de su territorio, de carácter continuo, y en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente.

Las restricciones al tráfico en el centro comenzaron en Avilés en la década de 1990 y se han retomado con la peatonalización del entorno del parque del Muelle. Entre 2019 y 2020 se ejecutó la obra de control de accesos y reducción de zonas rodadas en las calles Emile Robin y La Muralla y el año que viene se completará la peatonalización de la plaza de Pedro Menéndez.

Como informó este periódico, el gobierno local confía en pisar el acelerador de las restricciones al tráfico rodado a corto plazo con financiación europea. Así las cosas, el objetivo es continuar el año que viene por la Severo Ochoa-plaza del Carbayedo y por Marcos del Torniello-plaza de La Merced. El plan municipal pasa por continuar extendiendo esas áreas de tráfico restringido en años venideros. Para el bienio 2023-2024, por ejemplo, se proyecta peatonalizar la calle Jardines, Doctor Graíño y el siguiente tramo de La Muralla.

Se avanza, y despacio, en el ámbito local para sacar el tráfico del centro de la ciudad, pero a pocos metros del casco histórico circula a diario un intenso tráfico pesado para el que, por ahora, se sigue sin ver salida. Los muelles de la margen izquierda reciben más de 100.000 entradas y salidas de camiones al año, una cifra a la que hay que sumar el tránsito de camiones que genera las naves y empresas de San Juan de Nieva.

Bien es cierto que la puesta en servicio en 2019 de los enlaces al Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) por la autopista permitió reducir los niveles de tráfico pesado por la ciudad, pero en el gobierno local son conscientes de que esa zona de bajas emisiones que demandan administraciones superiores no podrá cumplir los objetivos exigidos mientras la margen izquierda del puerto siga sin una conexión alternativa. Diecisiete años lleva abierto el debate de la ronda norte. Para que esa infraestructura sea una realidad aún tendrán que pasar unos cuantos años.

El Ayuntamiento quiere cumplir la parte que le toca con ese Plan de Movilidad que está ahora en tramitación para que en 2030 el 80% de los desplazamientos en el municipio se produzcan a través de medios sostenible (a pie, en bicicleta o en transporte público).

Preocupación por la falta de información sobre la ronda norte y el plan de las vías

Avanza el calendario, 2021 está a punto de expirar y el gobierno avilesino sigue a la espera de una cita en el Ministerio de Transportes que arroje luz sobre las grandes infraestructuras pendientes: la ronda norte y la integración de las vías. La última se produjo el pasado abril, también tras una larga espera. Fue entonces cuando Madrid confirmó que es viable soterrar las vías a su paso por Avilés entre La Grapa y el final del parque del Muelle, como venían defendiendo los técnicos municipales. Esa alternativa considerada como la más viable modificará las vías entre Villalegre y la actual estación, con la completa eliminación de la barrera ferroviaria en superficie entre la plaza de Santiago López y Larrañaga.

No han trascendido más avances desde entonces, cuando se anunció la entrada en la fase II del estudio informativo, la que definirá con detalle las alternativas del soterramiento para la redacción final del documento de estudio informativo. Los presupuestos del Estado de 2022 reservan 127.830 euros para rematar el estudio y proyecto para la integración de las vías en Avilés y 100.000 para iniciar el estudio de los nuevos accesos al puerto, la ronda norte, tras otro año en blanco.

“Exigimos que se licite de una vez. Hay partida en 2011 y 2022 y el proyecto se tiene que licitar. Si no es antes de que acabe este año, tiene que ser a principios de 2022”, advirtieron desde el gobierno el pasado octubre. La demandada reunión con Transportes sigue sin fecha.

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