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La comarca perdió el último cuarto de siglo tanta población como suman Gozón y Soto

Avilés baja a los 76.874 habitantes pese a ganar población extranjera, de acuerdo al padrón municipal, que resta 917 vecinos respecto a 2020

Niños jugando en el parque del Quirinal de Avilés.

El año de la pandemia, el 2020, trajo a España cifras insólitas en el número de fallecidos: murieron 493.776 personas, casi un 18 por ciento más que en 2019; nacieron 341.315 bebés, que confirmaron la tendencia de descenso de la natalidad, y se casaron 90.416 parejas, un 45,7 por ciento menos. Esos son los datos definitivos de nacimientos, defunciones y matrimonios del año 2020 recién publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), unos números que reflejan las heridas que ha dejado la pandemia del coronavirus en la demografía española. Los datos son aún más punzantes en la comarca avilesina: en el último cuarto siglo han fallecido 13.007 vecinos. La caída demográfica registrada en este periodo equivale, por poner un ejemplo, a casi el total de la población que actualmente reside en Soto del Barco (3.800) y Gozón (10.282).

El goteo de personas que ha perdido la comarca avilesina en el último lustro entre los fallecidos y los que se van parece no tener freno. Según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la comarca avilesina había en 1996 un total de 141.635 vecinos; veinte años más tarde –el 1 de enero de 2015– la cifra cayó hasta los 135.299, un 4,5 por ciento menos. Y en ningún momento, hasta la actualidad, ha tenido visos de remontar. Avilés es, de todos, el municipio que sufre la mayor sangría: en los últimos 25 años ha perdido por fallecimientos más de 7.000 vecinos.

El 2021 no parece mejor: de acuerdo al padrón municipal, el censo ha bajado de los 77.791 vecinos del año pasado a los 76.874 de éste; es decir, se han perdido 917 empadronados. Así, pues, el recuento más reciente tampoco da lugar al optimismo. En los dos últimos años en la comarca han fallecido 3.223 personas –1.511 en 2019 y 1.712 en 2020– y han nacido, entre ambos años, 1.281 bebés; es decir, mueren el doble de los que nacen. En el Hospital Universitario San Agustín, donde ve la luz una inmensa mayoría de los nuevos bebés de la comarca, aunque el área sanitaria incluye también a Cudillero, Pravia y Muros, la previsión es cerrar el año con 630 nacimientos, una cifra inferior a la registrada en 2020 cuando ya se alcanzó el mínimo histórico con solo 669 alumbramientos.

En positivo

Como dato relevante: en el año 2020, en plena pandemia, se produjo en Avilés un incremento del 11 por ciento de la población extranjera residente en el municipio (3.138) respecto al año anterior (2.827) siendo la cifra más elevada alcanzada en los últimos cinco años, de acuerdo a la memoria de Servicios Sociales, que atendió a aproximadamente el 32% de la población extranjera empadronada en la ciudad. De estas el perfil mayoritario es el de mujeres con edades comprendidas entre los 35 y 64 años. La procedencia más numerosa es América del Sur y Central y la menor, de Asia, siempre según la memoria municipal.

Otro dato que no llama a la victoria pero invita al optimismo demográfico: el año pasado fue el elegido por muchos vecinos de otras comunidades autónomas para asentarse en Avilés. Concretamente se dieron de alta en el padrón municipal 527 personas de otras provincias, 146 más que en 2019. Esto significa que, en el año de la pandemia, fijó su población en Avilés casi un 40 por ciento más de personas llegadas de otros rincones de España. Asimismo, también aumentó, respecto a 2019, el número de asturianos que decidieron fijar residencia en Avilés: 971 el año pasado frente a 788 en 2019.

El gobierno local, entre tanto, entrena políticas para captar a nuevos residentes. En esta línea han incluido una propuesta que opta a recibir fondos europeos. Incluye, por ejemplo, impulsar viviendas de convivencia intergeneracional en edificios de propiedad municipal; es decir, que los jóvenes compartan espacios comunes con las personas mayores que residan en el edificio. Tienen también entre manos el llamado programa “Avilés alquila”, un ambicioso plan de fomento del arrendamiento de vivienda que busca fijar y atraer población con el incentivo de vivienda asequible. La sutura de la brecha demográfica es una de las líneas maestras de la acción de gobierno en un Avilés envejecido.

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