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El avilesino detrás de "Tiroteo", la canción de los más de 400 millones de reproducciones

"Ahora vivo 100% de la música", destaca Andrés Goiburu, tras dar la "campanada" con uno de los temas más importantes de 2021

Andrés Goiburu

Más de 400 millones de reproducciones, top 10 de canciones latinas más escuchadas en Spotify, uno de los temas más utilizados en redes sociales… y todo en menos de un año. El remix de “Tiroteo”, interpretado por Marc Seguí, Pol Granch y el famosisímo Rauw Alejandro se ha convertido, indiscutiblemente, en una de las canciones del año. Lo que pocos saben es que en la producción de este tema que ya ha dado varias vueltas al mundo está la firma de un avilesino, la de Andrés Goiburu Fernández. 

Aunque en su DNI pone que nació en Soto del Barco, donde pasó sus primeros años, Andrés Goiburu (1998) se considera “avilesino de toda la vida”. Tuvo su primer contacto con la música “con ocho o nueve años” en la Fundación de Música Moderna. Primero fue la guitarra, luego la batería, después el teclado… Hasta que un día, casi por casualidad, descubrió la música electrónica. “Vi que se hacía con un programa de ordenador y me interesó mucho”, recuerda.

Empezó desde cero. O desde más abajo. Con un simple programa de ordenador, “el FL Studio”, y metiéndole muchas horas cuando salía de las clases en el colegio San Fernando. “Hasta me olvidaba de comer”, cuenta entre risas.

Al contrario de lo que le pasó con la guitarra, la batería y el teclado, Goiburu no se cansó de la música electrónica con el paso de los años. Por eso, cuando a los 16 le tocó elegir bachillerato y pensar qué quería ser de mayor, aunque se le pasó por la cabeza estudiar Farmacia para seguir con el negocio familiar en La Camocha, lo tuvo claro: su sueño era convertirse en productor musical. 

Junto a su familia encontró una escuela en Barcelona, MicroFusa, donde se sacó un diploma de producción musical. De allí se fue a Madrid a hacer prácticas en el PKO Studios, -“un sitio muy reconocido en el que hicieron discos y canciones grupos como ‘El canto del loco’ o Miguel Bosé”, explica- y luego a Inglaterra, donde completó su formación. 

Al acabar, su idea era viajar a Miami, la meca de la producción musical, pero la complejidad burocrática que exige Estados Unidos y el amor le hicieron cambiar de planes y mudarse a Mallorca. Fue en la isla fue donde todo se aceleró.

Para conocer el inicio del “boom” de Goiburu hay que viajar hasta la Mallorca finales de 2019. Por aquel entonces todavía no sabíamos lo que era un pangolín, ni el gel hidroalcohólico, ni la distancia de seguridad. Mallorca era -y en realidad lo sigue siendo- una de las capitales mundiales del turismo y la fiesta. Goiburu contactó con un estudio musical con proyectos que le encajaban y empezó a trabajar para ellos. Paralelamente, comenzó a colaborar con Marc Seguí y Xavibo, dos artistas emergentes de la escena independiente española. “Fue todo muy orgánico”, define sobre la química que tuvieron los tres músicos, que cristalizó por primera vez en “Contigo loca”, una canción que entre Spotify y YouTube pasa los 4 millones de reproducciones. 

Meses después empezamos a saber lo que era un pangolín, el gel hidroalcohólico y la distancia de seguridad. Llegó la pandemia y los confinamientos, toques de queda y demás restricciones. Y entre todas las cosas malas, una explosión de creatividad que acabó en éxito: Marc Seguí y Xavibo compusieron “Tiroteo”. Le mandaron su idea a Goiburu, que le dio el toque final. “Cuando la vi acabada dije: ‘Esto va a funcionar’. Pero claro, no pensaba que tanto”, reconoce el productor avilesino.

Esta primera versión de “Tiroteo” pegó muy fuerte. Tanto, que hasta el mismísimo Rauw Alejandro, una de las estrellas musicales más destacadas del panorama actual y pareja de la española Rosalía, subió una historia a su cuenta de Instagram escuchando el tema en su coche. “Marc (Seguí) le escribió y le dijo: ‘Gracias por apoyar el tema’; y Rauw contestó algo así como: ‘Bro, rompieron. Si hacen remix, me subo’”, desvela Goiburu.

Dicho y hecho. En menos de tres días el equipo de Rauw Alejandro ya tenía todo el material para grabar su parte. Tres días después la voz del puertorriqueño ya había viajado a España vía internet. Sólo faltaba que Goiburu diera su toque. Tras dos semanas de intensísimo trabajo el remix ya estaba listo para reventarlo.

Y lo hicieron. Y de qué manera. El remix con Rauw Alejandro suma en Spotify 222 millones de reproducciones. Si fuese una canción de “The Beatles”, sería la octava más escuchada de la historia de la legendaria banda en la plataforma online. Si la hubiese cantado Alejandro Sanz, ocuparía la segunda posición de su historial en este programa, sólo por detrás de “Corazón partío”, y si, por ejemplo, la hubiese firmado C. Tangana, sería el tema más escuchado de su carrera. Y todo, hay que insistir, en cuestión de 8 meses.

A esos 222 millones de reproducciones de Spotify se le pueden sumar otros 143 millones, de todas las veces que ha sonado en YouTube. Si le contabilizamos también los “plays” que cuenta el tema original, deja la friolera de 429 millones de escuchas. Y todo esto sin contar su difusión en redes sociales y en otras plataformas más minoritarias. Para poner estos números en perspectiva, otro ejemplo: si cada una de esas reproducciones las hubiera hecho una persona diferente, entre todos podrían fundar el tercer país más poblado del mundo, sólo por detrás de China e India. Una barbaridad.

“Me chocó un poco tanto éxito. Dijimos ‘está muy guay’, pero tampoco pensábamos que iba a tener cientos de millones de reproducciones. Es un orgullo”, resume Goiburu sobre el impacto que ha tenido el tema en el que figura como compositor y productor.

Pese a haber sido uno de los padres de este éxito internacional, el avilesino reconoce que esto no ha cambiado por completo su vida. “Hoy en día la gente se olvida muy rápido de todo. Sí me ha cambiado un poco este éxito en lo profesional, pero tampoco puedo decir que esto sea un antes y un después. La clave es seguir trabajando”, explica Goiburu, quien por otro lado reconoce que “Tiroteo” sí le ha ayudado a a alcanzar un sueño: “Ahora vivo 100% de la música, pero los ingresos que voy teniendo los reinvierto en mí, en comprar equipos, formación…”.

Otro de los cambios que ha dado su vida recientemente ha sido un reciente traslado a Madrid, una de las capitales musicales del país. “Es donde se están haciendo todas las sesiones. Cada semana te dicen: ‘¿Quieres hacer una sesión con este artista? ¿Y con este otro…? Aquí hay más oportunidades”, sentencia.

“Me gusta estar en la sombra”

El productor musical se dedica a componer, hacer arreglos, labores de producción electrónica, tareas de post producción… “Nuestra función es hacer también un poco de psicólogo, dirigir al artista para que al grabar sienta de verdad y logre transmitir lo que está cantando o diciendo. Eso es muy importante”, puntualiza Goiburu, quien resalta la importancia de que el productor esté presente a lo largo de todo el proceso creativo: “Debe estar ahí, tomando las decisiones necesarias para sacar el mayor partido del equipo y del proceso”.

Históricamente el productor ha estado siempre en un segundo plano. Si bien, en los últimos años, su labor ha ganado peso y relevancia. También fama. Especialmente en la música urbana. Alizzz, conocido por ser la cara B de todos los trabajos de C. Tangana y que recientemente ha sacado un disco en solitario, o el argentino Bizarrap, famoso mundialmente por sus vídeos de sesiones colaborando con algunos de los músicos más importantes del momento, son algunos ejemplos. “Ahora el productor está mucho más a la vista gracias a internet y las redes sociales y la gente empieza a valorar la marca de sonido propia que tiene cada uno”, ensalza el avilesino, que reconoce tener entre sus referentes al ya citado Alizzz, a Max Martin y a Tainy.

Aunque cada vez son más los productores que se convierten en artistas, Goiburu dice que se siente más cómodo en un segundo plano. “Me gusta estar en la sombra”, afirma, sin descartar nada. “Ahora mismo no me veo grabando en solitario, aunque no sé si en unos años querré. Cuando quieres ser artista es porque tienes algo que decir, y ahora mismo yo no considero que sea ese momento”, asiente el productor avilesino tras el éxito de la canción de los más de 400 millones de reproducciones. Eso ya es mucho decir.

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