La negativa del agente al mando del control de tráfico de la Policía Local de Avilés a bajar el bolardo de la calle Emile Robin (el que impide la entrada a Sabugo desde la avenida Los Telares) antes de la hora prevista por la ordenanza (14.30) originó ayer un atasco de vehículos que obligó a intervenir a una patrulla para devolver la fluidez a la circulación.
El “tapón” se produjo cuando varios vendedores ambulantes llegaron a la calle regulada por el bolardo y pidieron paso para proceder a desmontar los puestos del mercado callejero de los lunes; el control de tráfico alegó que aún no eran las 14.30 horas (faltaban menos de 10 minutos) y mantuvo alzado el bolardo. En poco tiempo se juntaron una docena de furgones y la cola invadió otras calles cercanas, paralizando el tráfico. Fue en ese momento cuando dos agentes municipales tuvieron que intervenir para descongestionar la zona de vehículos.
"Es una vergüenza lo de este bolardo", protestó uno de los conductores atrapados en la cola. "Una cosa es que no dejen pasar media hora antes, pero solo faltan dos minutos para las dos y media y el pivote sigue para arriba", añadió otro afectado. A título de sugerencia de mejora, y para evitar colapsos como el de ayer, los vendedores ambulantes proponen que se les permita estacionar sus furgonetas en la plaza Pedro Menéndez, al menos mientras duren las obras que inutilizan buena parte de ella para el tráfico rodado.
El bolardo instalado en la calle Emile Robin como parte de su cierre parcial al tráfico tas la peatonalización de la misma ha sido polémico desde el mismo día que se colocó. Ha causado numerosos accidentes, por lo general causados por el despiste de los conductores que no advierten su presencia, y también ha sido motivo de queja entre comerciantes quejosos con la limitación horaria que hace de sus actividades.
