El Gobierno de Asturias acordó la semana pasada el cierre de los establecimientos de ocio nocturno desde el martes, día 28 de diciembre, y durante un mes, ante el avance del coronavirus y la rápida propagación de la variante ómicron. Esto supuso la cancelación del evento más esperado para los jóvenes: las fiestas de fin de año. Las personas que adquirieron entradas de hasta 80 euros para los cotillones tienen derecho a solicitar su devolución. Pero esa solución no ha servido para calmar el descontento de los chavales, muchos de los cuales no quieren renunciar a celebrar la Nochevieja y organizan “planes B”. Después de un verano sin poder disfrutar de las “fiestas de prao” y habiendo perdido ya la fiesta de Año Nuevo el año pasado, los jóvenes expresan sus quejas en las redes sociales; tras casi dos años de rigor pandémico dicen sentirse “agobiados” por tantas restricciones.
Ya al finalizar las cenas de Nochebuena de la semana pasada se abarrotaron las terrazas de los bares avilesinos en la zona de Galiana y en el Carbayedo; los jóvenes querían aprovechar el último fin de semana de libertad en el que estarían abiertos los bares de copas. Algunos locales llegaron, incluso, a organizar una especie de “simulacro” de Nochevieja. De cara a Nochevieja, la juventud avilesina ha empezado a organizarse a través de las redes sociales para disfrutar de la última noche del año y lucir los trajes que habían comprado para la ocasión. Son varias las opciones que los distintos grupos de amigos barajan para disfrutar de la velada. Por un lado están los botellones en el parque del Carbayedo o la plaza de abastos. Otros recursos que exploran son las casas rurales u ocupar locales o pisos que gente de su círculo tenga disponibles. Lo más novedoso está siendo el alquiler de pisos turísticos de la plataforma Airbnb para juntarse es noche.
