La reorganización de los servicios auxiliares en las instalaciones asturianas de la siderúrgica Arcelor ha abierto de par en par la puerta para la entrada de las multinacionales en un negocio que tradicionalmente había sido explotado por compañías radicadas en el Principado. Así, a Daorje le salen como competencia compañías tan conocidas como Ferrovial (que se va a hacer con el mantenimiento mecánico en los talleres de laminación de Trasona y también en los hornos altos y en el sínter de Veriña), pero también Moncobra, una empresa del sector del metal del grupo Cobra (que se hace con mantenimiento de los talleres de Gijón). La ingeniería francesa Latesys también es nueva y asume tareas de mantenimiento en el parque de minerales, también en Gijón.
Lo previsto era que todas estas compañías adjudicatarias de los diferentes trozos en que se ha troceado la tarta económica del millonario negocio auxiliar de la siderurgia activasen sus contratos entre febrero y marzo, pero los trabajadores no confían en que la transición vaya a ser tan rápida. Así que se va a dar la circunstancia de que Daorje, que en teoría cesa en la explotación de la mayor parte de estas contrataciones este viernes próximo, mantendrá la hegemonía en el sector hasta la primavera.
Arcelor ha repartido el pastel del montaje en 17 contratos (los llama bloques). Los correspondientes a producción los ha sacado a concurso por cinco años (empaquetado de productos, saneo de slabs o bobinas). Los de mantenimiento (arreglo de maquinaria, principalmente) han quedado, de manera general, en cuatro. Los 17 pedazos de la tarta tienen ya siete grandes gestores: Daorje, Ferrovial, Eulen (limpieza y transporte de residuos y gestión del canal de Arcelor), Algeposa (tenía a su cargo, desde 2018, la carga de alambrón, aunque la realizaban efectivamente Daorje y Jofemesa; ahora se queda con la expedición de todo el material que salga de los talleres de Avilés), Moncobra, Latesys y SEM (una sociedad dedicada a la metalización de superficies).
Daorje, la empresa de Miguel Zorita Lees –la gran auxiliar avilesina hasta la fecha– mantiene el liderato en el sector, pero de manera mermada con respecto al momento presente. Y es que la compañía, que actualmente cuenta con 1.300 empleados, pasará en los próximos meses “a poco más de medio millar”, según el cálculo de los sindicatos (el número de empleados es la unidad de medida en el sector: las auxiliares ofrecen sobre todo mano de obra).
La multinacional Arcelor aún no ha adjudicado cuatro contratos pendientes: el mantenimiento del taller central, el de fluidos, el de mantenimiento de vagones y el acondicionamiento de los “slabs” (los tres primeros, por cinco años; el último, por tres).
Esta caída de personal es un cálculo y no una confirmación porque la mudanza efectiva de las plantillas (de acuerdo a una subrogación reconocida en el convenio del montaje desde hace años) no está cerrada todavía a fecha de hoy. Lo que los trabajadores sí tienen meridianamente claro es que la reorganización que busca Arcelor va a acarrear una pérdida de empleo eventual en el sector.
La multinacional Arcelor aún no ha adjudicado cuatro contratos pendientes: el mantenimiento del taller central, el de fluidos, el de mantenimiento de vagones y el acondicionamiento de los “slabs” (los tres primeros, por cinco años; el último, por tres). El retraso en la elección de las nuevas empresas, señalan los trabajadores, no ayuda a terminar de organizar la transición. En medios sindicales se entiende que este retraso se subsanará en cuanto llegue la calma al sector. Y es que el sector de la industria auxiliar está en ebullición: en plena negociación del convenio con la amenaza de nueve días de huelga este enero (con el consiguiente impacto en la actividad de la gran siderúrgica).
