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El discurso turístico

Los planes de la Mancomunidad y “Avilés Enseña” avanzan desligados de la patronal Otea, que se ve desplazada respecto a otros municipios

Turistas en una visita por el casco histórico de Avilés. | R. Solís

Andan las aguas revueltas en el sector turístico comarcal, al menos, en lo que se refiere a la planificación de la Mancomunidad. Una sentencia reciente que tumba el nombramiento del gerente y la protesta de los grupos de la oposición a cuenta de la falta de información sobre los proyectos que se acometerán con fondos europeos fueron la última gota de un vaso de quejas que antes llenó la patronal regional del turismo, Otea.

Piden los empresarios participar en los planes de la Mancomunidad Turística de Avilés, en pleno desarrollo de su plan estratégico con vigencia hasta 2030. En esos proyectos, vinculados a la mejora y promoción del patrimonio arqueológico, histórico, artístico y paisajístico no ha participado Otea, que se siente apartada pese a su experiencia en este campo.

Habida cuenta que en unos días abre en Madrid en el gran escaparate del turismo para el mundo, Fitur, ¿cuál es el origen de esa nula relación entre el Ayuntamiento y la Mancomunidad con la patronal regional del ramo? Los empresarios aprecian que esa situación no se da en otros municipios limítrofes que sí han contado con ellos para la próxima cita en la capital.

El turismo, consolidado como la principal actividad económica de muchos países y convertido, asimismo, en el sector de más rápido crecimiento en términos de ingresos de divisas y creación de empleo, precisa, no obstante, de la acción conjunta de todos los agentes implicados,

La labor de estimular el crecimiento económico, la creación de empleo, incentivar la protección del medio ambiente y el patrimonio cultural y promover la paz y el respeto por los derechos humanos a través del turismo corresponde tanto al sector público como al privado. Y esas actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual con fines de ocio, por negocios u otra orientación, deben contar con el respaldo y asesoramiento de quienes tienen “visión y experiencia” en el sector.

Entre tanto, el Ayuntamiento de Avilés exhibe por vez primera este fin de semana en una feria sectorial en Málaga el plan “Avilés Enseña”, el programa de turismo idiomático anunciado ya en el anterior mandato. Promueve la enseñanza de español para extranjeros a través de cursos que incluyen el alojamiento en familias locales y con actividades complementarias para conocer el entorno a través de visitas a museos, playas, actividades deportivas y recorridos a pie por lugares de especial interés.

Los futuros ‘clientes’ del “Avilés Enseña” podrán completar un semestre o un curso entero en la ciudad, realizar una inmersión en el idioma en grupos grandes o de forma individual, pero si hay algo crucial en este tipo de acciones es la interacción con los agentes locales, la misma que echan en falta desde la patronal regional del turismo.

Si el lema de “Avilés Enseña” es “aprender el español utilizándolo”, las autoridades locales deberían grabar idéntico objetivo a la hora de orientar los destinos turísticos de un territorio ahora en expansión. Se aprende haciendo, y de la mano de los que saben. Es decir, teorizar menos y actuar más.

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