Tan importante como conservar la frescura del pescado capturado en el Cantábrico –algo en lo que es experta la rula de Avilés– es presentarlo a los consumidores de forma que realce sus propiedades y “entre por los ojos”, y en esto último la pescadería asturiana que se lleva la palma es la que regenta Sonia Andrade en Pola de Lena, ganadora del concurso de mostradores de pescado que convocó la pasada Navidad Nueva Rula de Avilés, una iniciativa que quiere resaltar el valor de los productos del mar. El segundo premio fue para la pescadería Patri, de Gijón; y el tercero, para Costaverde, también de Gijón. El jurado, en este caso, fue el gran público, que votó en la web de la rula de Avilés en función de las fotos allí subidas. Los agraciados se llevan un “premio gélido”: vales para cambiar por hielo de 500, 200 y 100 euros.
