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Firmes contra el cáncer en José Cueto

La delegación avilesina de la AECC, que atendió a 120 personas en 2021, advierte del impacto a nivel laboral y económico del diagnóstico

Una mesa informativa sobre el cáncer. RICARDO SOLIS

Suena una canción. El mensaje, contundente: “Voy a ser tu escudo cuando llegue la batalla, voy a ser tus ganas cuando no te queden ganas, voy a escucharte cuando no me digas nada, voy a estar contigo donde quiera que vayas”. Esta declaración de intenciones que se ha convertido en el himno de la lucha contra el cáncer se deja oír en la delegación avilesina de la Asociación Española Contra el Cáncer, en José Cueto, que hoy celebrará el día mundial dedicado a esta enfermedad haciendo suyo el eslogan de la central: “No todos somos iguales frente al cáncer”. Este es tal vez el nuevo desafío, entre viejos retos, al que se enfrente el colectivo.

“Cuando se recibe un diagnóstico de cáncer las necesidades son muchas: el impacto se siente a nivel emocional, familiar, social... Pero también a nivel laboral y económico”, advierten desde la asociación avilesina. La mitad de las personas que supera un cáncer regresan a su trabajo, la otra mitad no puede. Y así se dan situaciones extremas de necesidad más allá de la propia enfermedad. Sin ir más lejos, en 2020 la delegación avilesina contribuyó a que seis familias vinculadas al colectivo recibieran productos del Banco de Alimentos.

“La inequidad afecta también al acceso a los cribados. Tal vez en Asturias la diferencia no sea tal, pero en otros lugares no es así. Y todos los enfermos deben tener las mismas opciones”, sentencia Desireé García Trancón, psicóloga del colectivo con sede en José Cueto.

Sabe de sobra que esos cribados son una puerta a la supervivencia. Esto se traduce en que por la asociación cada vez pasan personas más jóvenes: “Al someterse a los cribados se detectan antes los cánceres. A eso se suma que la gente de menos edad tiene una mente más abierta y tal vez comprende mejor algunas cosas”, apunta.

Relacionado con los cribados, apunta Trancón, está que los enfermos más numerosos que pasan por la asociación sean, por orden de más a menos, de cáncer de mama, pulmón y colon. “Luego, en un número mucho más pequeño, están los pacientes con cáncer de páncreas, ovario y también del sistema nervioso central. Pero que tengamos a más mujeres con cáncer de mama guarda relación directa con las pruebas de diagnóstico precoz”, dice.

Por la sede de José Cueto pasaron, en concreto, 120 personas a lo largo de 2021: 78 pacientes, 26 familiares y, el resto, 16, beneficiarios de algunos de los talleres ofertados por el colectivo para dejar de fumar. Realizaron casi un millar de intervenciones, cada vez más telemáticas. “Las actuaciones telemáticas se aceleraron con la pandemia y han venido para quedarse”.

Cara a cara o a través de la pantalla de un ordenador, el equipo de Desireé García Trancón está las veinticuatro horas del día dispuesto a echar un cable a quien más lo necesita. “Es muy importante insistir en que no hay que esperar a estar muy mal para pedir ayuda”, manifiesta la experta, que en los últimos meses lleva trabajando con pacientes y familias que a su diagnóstico de cáncer han debido sumar la soledad de recibir un diagnóstico, de una intervención quirúrgica, de un tratamiento... “Con la pandemia los niveles de detección de los cánceres son más tardíos, pero donde notamos ahora una demora importante es en temas menos urgentes, vamos a llamarlo así, como una reconstrucción mamaria o una revisión. Sí vemos, por contra, continuidad en la atención, ahí no hay retrasos: en el momento que un paciente entra en el circuito, no sale”, señala la psicóloga de la delegación avilesina de la Asociación Española Contra el Cáncer.

Hoy el colectivo saldrá a la calle para celebrar el Día mundial contra el cáncer. Colocarán una mesa informativa en el centro comercial El Atrio, en la puerta que da a la calle La Cámara. También un grupo de voluntarios estarán en la línea de caja de distintos supermercados de la ciudad recaudando dinero que se destinará, entre otras cosas, a impulsar la investigación contra el cáncer, como explicó el alma del colectivo en Avilés, Carmen Sánchez García. A la sede de José Cueto llegan personas nada más recibir el diagnóstico, otros cuando ya tienen una supervivencia clara y otros también en la fase de duelo por la pérdida de un ser querido.

Además de atención psicológica, ofrecen también a distancia, y éstos desde la junta provincial, talleres de literatura, teatro o inglés. Precisamente, que los cursos se puedan ofrecer online permite la posibilidad de compartir espacios por las redes. El colectivo cuenta también con los servicios de una logopeda para pacientes laringetomizados, y en este caso es la unidad especializada del HUCA, en Oviedo, la que les deriva a los enfermos avilesinos. Y disponen también del respaldo de una trabajadora social, en este caso a nivel provincial, que gestiona las necesidades de los usuarios. El equipo trabaja firme contra el cáncer.

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