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El Principado incluirá Llaranes en el mapa de ruido que contratará este año

El Ministerio de Transportes evaluará la contaminación acústica que soportan los vecinos de La Grandiella por el tráfico de la Variante

Representantes de Podemos e Izquierda Unida, ayer, en Llaranes. MARA VILLAMUZA

El problema del ruido que sufren los vecinos de Llaranes por el tráfico en la autovía AI-81 y en la N-632 “está en vías de solución”. Así lo aseguran fuentes del gobierno avilesino tras conocer que el Principado incluirá en el nuevo mapa de ruido que se contratará este año la carretera AS-392, de la que es titular desde 2017, cuando se construyeron los nuevos accesos al Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA). También está en la agenda la búsqueda de soluciones para los residentes en La Grandiella, que padecen la contaminación acústica de la Variante. Los nuevos mapas estratégicos y planes de acción contra el ruido en carreteras que tiene entre manos el Ministerio de Transportes evaluarán varios tramos de carretera a su paso por Avilés: desde la calle El Muelle hasta la avenida de Lugo, la Variante (N-632) y la arteria portuaria (N-633). Ese estudio es el paso previo a la posible adopción de medidas antirruido.

Las quejas de los vecinos de Llaranes por el ruido y las molestias que genera el tráfico en algunas zonas del barrio viene de lejos y se han intensificado en los últimos meses. En el Ayuntamiento avilesino sostienen que “se viene trabajando en este asunto desde el minuto uno” y que se ha encontrado “una vía de solución con el Principado” que pasa por esa inclusión de la AS-392 en el mapa de ruido que contratará el Principado en este 2022.

En los últimos años se vienen dando vueltas sobre a qué administración corresponde dar esa solución que reclaman los vecinos de Llaranes afectados, que conviven con un tránsito rodado superior a los tres millones de vehículos al año. La carretera AI-81 pertenece al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana salvo en el tramo que fue cedido al Principado el 25 de septiembre de 2017, cuando se ejecutaron los nuevos accesos al PEPA desde la autopista, y que actualmente se denomina AS-392. La carretera N-632 pertenece en su totalidad al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La legislación vigente obliga al estudio de las emisiones de ruido generadas en las infraestructuras de transporte y en el caso concreto de carreteras en aquellas cuyo tránsito rodado supera los 3.000.000 de vehículos al año, estando todas estas carreteras en ese caso.

Los estudios de ruido deben realizarse cada cinco años actualizando los ejes que deben estudiarse y los estudios del ruido, conforme a la normativa vigente en cada momento. Consecuencia de estas actuaciones se obtienen unos mapas de ruido que identifican las zonas donde se superan los umbrales indicados en la legislación y unos planes de acción del ruido donde se desarrollan las medidas a adoptar en las zonas identificadas.

Los últimos mapas correspondientes a las carreteras que discurren por el Principado (los de la fase III) fueron aprobados en 2016 y 2017. Y la cesión del tramo de carretera AI-81 que ahora se denomina AS-392 se realizó en fecha 25 de septiembre de 2017, con posterioridad a la aprobación de esos mapas y planes del ruido fase III. Es decir, mientras se produjeron las aprobaciones de los anteriores mapas de ruidos, la zona de Llaranes afectada se encontraba en tierra de nadie por esos cambios de titularidad que se han ido produciendo. Es por esto, según las fuentes consultadas, que el Principado no tiene analizado aún ese tramo (la actual AS-392) en su mapa de ruidos (el actual vence en este 2022) ni esté contemplado en sus planes de acción.

Dada la presión vecinal, el Ayuntamiento contrató en 2019 una consultoría acústica para que realizara un estudio para evaluar los niveles de ruido y trasladó las conclusiones a la Consejería de Infraestructuras para su estudio. Esta misma consejería ha trasladado al Ayuntamiento que, como ese tramo ya es de su titularidad, será analizado en el mapa de ruidos que tramitará este año, que tendrá una vigencia de un lustro. Una vez analizado, y si procede, se plantearán las medidas correctoras a implantar para acabar con la contaminación acústica que sufren en Llaranes. Desde el gobierno local sostienen que ya han trasladado estas novedades a los representantes vecinales.

Podemos e Izquierda Unida piden celeridad

Podemos , Izquierda Unida (IU) y Cambia Avilés (CA) reclamaron ayer que el Gobierno asturiano ponga remedio “de manera inmediata” al problema del ruido que padecen los vecinos de Llaranes por culpa del tráfico de la autopista, una demanda histórica. Estas formaciones consideran que la inclusión del tramo de carretera afectado en el mapa de ruido que se contratará este año “llega tarde”.

Tras una reunión con representantes vecinales, en la que participaron los diputados de Podemos Asturies e IU, Nuria Rodríguez y Ovidio Zapico, y los concejales de Cambia, Sara Retuerto y Agustín Medina, exigieron al Ejecutivo asturiano que “ponga en marcha una calendario de actuaciones” para poner fin a “este problema prolongado en el tiempo durante tres décadas”. “La inclusión en el mapa de ruido es insuficiente, tienen que darnos una previsión de cuando se van a realizar las obras, de cuando veremos las pantallas antirruido en Llaranes”, apuntó Zapico.

“Gracias a Cambia Avilés se ha conseguido que se escuche las reclamaciones del vecindario de Llaranes”, opinó Nuria Rodríguez sobre la inclusión de la AS-392 en el próximo mapa de ruido del Principado, que adelantó este periódico en su edición digital. Los vecinos vienen recibiendo la visita de las grupos políticos por sus reclamaciones contra el ruido. “En verano no se puede abrir la ventana para ventilar. Es una vergüenza”, señaló el residente Ángel García, quien pide un radar en la zona.

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