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Ideas para ampliar el polo tecnológico: un urbanismo amable y servicios de calidad

Los expertos en polígonos proponen que, a diferencia del PEPA, ahora se den pautas edificatorias y que haya zonas verdes y buenos accesos

Terrenos próximos a baterías de coque incluidos en el proyecto Isla de la Innovación MARA VILLAMUZA

Unas edificaciones modernas y homogéneas, amplios espacios verdes, facilidad de uso del transporte público, un edificio de servicios múltiples y mucha limpieza y luminosidad. Estas son algunas de las premisas que los expertos consideran básicas para atraer empresas tecnológicas e innovadoras al futuro parque empresarial que se desarrolle en los terrenos que ocupan las antiguas baterías de coque de Ensidesa, cuya demolición es inminente. Los ejemplos están próximos, indican: el País Vasco. El “excelente” emplazamiento del Polo de la Innovación y el Parque Científico Tecnológico de Avilés es “un valor añadido que hay que saber aprovechar”.

El definitivo desbloqueo del derribo de las antiguas baterías de coque y la decisión del Ayuntamiento de Avilés de centrar los esfuerzos en la primera fase del desarrollo de la Isla de la Innovación abren las puertas a acelerar el proceso para acondicionar esos terrenos que, en principio, se quieren destinar a ampliar al Parque Científico y Tecnológico al objeto de atraer nuevas empresas que favorezcan la reindustrialización de la comarca y de Asturias.

Íñigo Felgueroso, director gerente de Idonial Centro Tecnológico, señala que “disponer de un espacio atractivo es un reclamo, y estar en un parque científico-tecnológico tiene un claro valor añadido”. Esto se explica porque las empresas que buscan implantación encuentran un ecosistema con un plus adicional, “un ambiente de componente innovador que permite además aprovechar sinergias” con otras firmas de alta especialización.

Es lo que ocurre en el Parque Científico Tecnológico de Avilés, especializado básicamente en la investigación, el desarrollo e innovación en el sector del acero y metalmecánico, al que se pretende añadir ahora el hidrógeno verde. “Esta especialización es un aliciente para atraer a ese tipo de empresas, porque el ecosistema y las posibilidades que abre para generar negocio ofrecen un entorno muy favorable”.

Pero todo esto por sí solo no es suficiente. El diseño, la edificabilidad, el entorno, las comunicaciones, los servicios y la calidad de vida también son claves a la hora de que una empresa decida dónde se quiere instalar, señalan los manuales de estudio de este tipo de infraestructuras. Y la competencia es dura, por lo que es necesario “crear y vender” un paquete que incluya todas las condiciones favorables para el desarrollo del negocio.

“El Parque Empresarial Principado de Asturias, conocido como el PEPA, resultó un fiasco respecto de las expectativas que había generado. Las condiciones de edificabilidad son propias de un polígono de los años 60 en un suburbio de una ciudad industrial”. La afirmación la realiza el consultor Arsenio Valbuena, que ha realizado por encargo varios informes sobre parques empresariales y su diseño.

“Ni vinieron empresas, ni tuvo un diseño moderno, ni tiene nada que ver con instalaciones similares existentes en otros lugares. Es desagradable y está muy lejos de parecerse, por ejemplo, a los modernos parques empresariales que te encuentras en el País Vasco”, asegura el consultor. Y es precisamente en los grandes defectos y carencias en los que, añade, hay que fijarse ahora para no repetir los mismos errores.

¿Cómo debería ser entonces la ampliación del Parque Científico Tecnológico Isla de la Innovación? “Para empezar, hay que establecer unos criterios de edificabilidad adaptados a los tiempos actuales, y habilitar zonas de aparcamiento. En el PEPA cada uno hizo lo que le pareció, no hay un aparcamiento común y hay que buscarse la vida para encontrar dónde dejar el coche, porque no llega el transporte público”. Un error tras otro. “No hay zonas ajardinadas y los camiones, con piezas de gran tonelaje, circulan por las vías principales, que están llenas de polvo y carecen incluso de luminarias dignas”, añade el consultor.

No acaban aquí las deficiencias que no se deben repetir en el futuro polígono. Otra de las grandes carencias es la falta de un centro de servicios múltiples. “Tiene que haber un edificio en el que haya un restaurante, una sala de reuniones, un salón de actos, salas de vídeoconferencias, un lugar para el encuentro y el esparcimiento. E incluso debería contar con una guardería, ya que se trata de impulsar la conciliación laboral y familiar”, añade Valbuena.

“El suelo de las antiguas baterías es muy aprovechable, pero hay que tener muy claro que el tipo de empresas a las que se quiere destinar reclaman unos espacios modernos y que ofrezca calidad de vida. Si se vuelven a cometer los mismos errores, será un fracaso”, remarca.

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