El Ayuntamiento de Avilés, a través de la concejalía de Juventud que encabeza Raquel Ruiz, está ultimando los detalles de distintos programas enfocados a mejorar la salud mental de los jóvenes avilesinos, mermada más, si cabe, después de los peores meses de la pandemia de covid. Como un paso intermedio entre los afectados y los servicios sanitarios, el gobierno local ofrecerá durante abril y mayo talleres de improvisación teatral en La Noria, habilitado como punto de encuentro para el plan de Bienestar Emocional, Prevención y Autocuidado (BEPA). Será en septiembre cuando comenzará a funcionar el “plato fuerte” del servicio: psicólogos ofrecerán dos veces por semana psicoasesoría con un funcionamiento similar al del Programa de Atención Sexual. Las consultas serán confidenciales y gratuitas.
Asimismo, se fomentarán talleres grupales para trabajar las emociones y habrá charlas con una psicóloga los viernes. ¿El objetivo? “Es importante que los chavales aprendan a gestionar sus emociones a edades tempranas”. También pretenden que los jóvenes avilesinos dispongan de un recurso profesional antes de acudir “a veces, confusos” a los servicios sanitarios.
Este ambicioso proyecto municipal dedicado a la salud mental de los más jóvenes, que bebe de los ya existentes en Vitoria y Zaragoza, no es fruto de la casualidad. Alexandra Velasco Fernández y Álvaro Vázquez Macías fueron dos de los primeros jóvenes avilesinos que en el curso 2018-19 decidieron que era necesario analizar la salud mental de los chavales de su edad. Surgió entonces con este grupo de Participación Juvenil, coordinado por “Ye Too Ponese”, una investigación centrada en la depresión y la ansiedad en personas jóvenes. Los participantes presentaron sus conclusiones a través de escenas teatrales con la técnica del Teatro Foro. “Queríamos crear conciencia y alejarnos de esos topicazos de ‘porque eres joven, o adolescente, los problemas de salud mental ya pasarán’”, explican estos chavales que, entonces, se asesoraron con expertos en Salud Mental tanto de la Consejería de Salud como de distintos colectivos sociales.
La irrupción del covid llevó en octubre de 2020 a otro grupo de jóvenes del proyecto Participa Jovenes a continuar con la iniciativa. La segunda campaña se tituló “La respuesta de los servicios públicos de salud mental a los jóvenes que necesitan atención”. Realizaron varias entrevistas a expertos de la psicología y una encuesta en línea que obtuvo más de 400 respuestas. De ellas, casi la mitad correspondían a jóvenes de entre 17 y 19 años, y un 25% a personas de entre 20 y 25 años. El estudio concluyó que siete de cada diez personas consultadas habían sentido que se minusvaloraban sus problemas por el hecho de ser jóvenes. Un 94% confirmó creer que la ansiedad y la depresión son “problemas muy habituales entre las personas jóvenes”, y casi el 60% destacó que su salud mental había empeorado a causa de la pandemia.
“Entonces nos presentaron también un escrito en el que nos señalaban que los centros de salud estaban saturados y que, en ocasiones, no sabían a qué recursos acudir, por lo que proponían disponer de un recurso complementario”, explica la concejala de Juventud, Raquel Ruiz, que agrega: “Con este escrito, sumado a que desde el gobierno local llevábamos tiempo dándole vueltas a este problema, nos lanzamos a la piscina”.
Para dar más argumentos al proyecto con sello municipal, en el curso 2020-21 un nuevo grupo de chavales siguió con el proyecto impulsado dos cursos antes. En él participó, por ejemplo, Sonia Martínez. Lanzaron un nuevo cuestionario entre el alumnado: participaron 477 chavales de entre 10 y 18 años de cinco colegios públicos y ocho concertados. El centro educativo con mayor participación fue el IES La Magdalena (22%), seguido del Menéndez Pidal (19%), y el colegio Principado (17%). Analizaron los síntomas físicos, malestar o las conductas que evitaban los chicos, así como sus pensamientos negativos y emociones. Con los resultados en la mano, en Avilés se impulsó, en el último trimestre del año pasado, la I Jornada de Bienestar Emocional, Prevención y Autocuidado (BEPA) para jóvenes, en la que participaron expertos vascos y aragoneses que llevan tiempo analizando la salud mental de los más jóvenes fueran del ámbito estrictamente sanitario.
Entonces surgieron dos patas al proyecto en marcha: por un lado, preguntar a los jóvenes qué se puede hacer para mejorar su salud mental; por otro, analizar qué recursos municipales se pueden poner en marcha. Respecto al primer caso, los centros ya están trabajando en distintas iniciativas para ofrecer, el próximo día 15, una lluvia de ideas. Ahí están, por ejemplo, Laura García y Gloria Rodríguez, ambas de un ciclo de Técnicos en Integración Social, trabajando en un programa de “Sentir con los sentidos”.
Y el gobierno local, como avanzó Ruiz, ya tiene en marcha distintos recursos que comenzarán a funcionar de forma inminente para cumplir con las reivindicaciones de los más jóvenes. Porque la ansiedad o la depresión, por citar solo dos enfermedades, no entiende de edades. Los talleres de improvisación teatral ya tienen fecha: abril y mayo. En septiembre abrirá sus puertas la psicoasesoría, en principio, dos días por semana. Luego habrá talleres, siempre enfocados al bienestar mental de los adolescentes avilesinos.
