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Los restos humanos hallados en el peñón de Raíces son de dos mujeres del siglo XIII

Los esqueletos son de una mujer adulta y a una menor - Los arqueólogos creen que pertenecían a una familia noble local que vivió en el Castillo de Gauzón como encomienda de la Orden de Santiago

Una arqueóloga, trabajando en el desenterramiento de un esqueleto hallado en 2013 en el yacimiento.

Los estudios sobre los hallazgos en el yacimiento arqueológico del Peñón de Raíces siguen revelando sorpresas. Los restos óseos humanos localizados en la necrópolis vinculada a la iglesia de San Salvador en 2013 no corresponden a soldados medievales, como inicialmente sospechaban los arqueólogos. Un estudio reciente realizado en la Universidad de Burgos por la antropóloga sotobarquense Rebeca García González ha permitido determinar que las dos osamentas desenterradas en el Castillo de Gauzón hace casi una década corresponden a dos mujeres, concretamente a una adulta de entre 45 y 49 años fallecida a mediados del siglo XIII y a una chica de entre 12 y 14. El equipo arqueológico que lideran Alejandro García e Iván Muñiz cree que ambas pertenecen a una familia de la nobleza local que vivía en el castillo como “encomendera” o usufructuaria de la encomienda de la Orden de Santiago. Si los enterramientos son coetáneos, si hay parentesco entre la mujer y la chica o la causa de sus fallecimientos, se desconoce. Al menos por ahora. Para llegar a más conclusiones serán necesarios nuevos exámenes, entre ellos estudios de ADN.

La localización en 2013 de dos enterramientos en el yacimiento castrillonense (entre otros restos óseos inconexos y dispersos, fruto de antiguos saqueos) supuso la confirmación de que en el Gauzón estaba la iglesia de San Salvador, consagrada en época de Alfonso III (866-910), en el tercio norte de la plataforma superior. Los arqueólogos localizaron entonces una inhumación en fosa y que carecía de las extremidades inferiores. El esqueleto se encontraba en posición de decúbito supino, orientado este-oeste con la cabeza hacia el oeste.

Rebeca García González, antropóloga

Rebeca García González, antropóloga

Según el estudio realizado por la antropóloga Rebeca García corresponde a una joven de entre 12 y 14 años con patologías dentales, algo muy común en la época. Nada más ha podido concluir la sotobarquense del estudio de este esqueleto, dado que “no está muy completo”.

Sí que se localizó completo el segundo esqueleto, que también fue enterrado en una fosa, en posición decúbito supino y con la misma orientación este-oeste. “Corresponde a una mujer adulta, de entre 45 y 49 años y de 1,50 metros de altura. He podido determinar que presentaba patologías dentales (caries, sarro) y que había perdido toda la dentición posterior (las muelas) antes de morir. La higiene bucodental era muy pobre en aquella época. Nos ha sorprendido mucho descubrir que estamos ante los restos de dos mujeres porque pensábamos que eran soldados”, explica Rebeca García, que colabora desde hace años con Alejandro García. En 2002 ambos coincidieron en una excavación de los vestigios del convenio dominico de San Pablo en el antiguo solar de Caballería de Burgos, hoy Museo de la Evolución Humana. Ella es profesora en la Universidad de Burgos desde 2009 y buena parte de su carrera investigadora está ligada al yacimiento de Atapuerca.

Iglesia de San Salvador

El hallazgo de los enterramientos del Peñón de Raíces y los estudios antropológicos posteriores han permitido confirmar que los arqueólogos descubrieron en aquel ya lejano 2013 el cementerio de la iglesia de San Salvador. “Había indicios pero no evidencias claras. Es un templo mencionado ya en crónicas medievales como muy importante, consagrado en época de Alfonso III y ornamentado con precioso mármoles. Lo localizamos a partir de los enterramientos en la zona alta del castillo, en la plataforma superior, pero en el espolón que mira hacia el mar. Ahí creemos que estaba la iglesia, una capilla palatina vinculada al palacio y de uso de los reyes. Hablamos de la época del Reino de Asturias, de los siglos IX y X”, expone Alejandro García.

Los esqueletos han aportado nueva información, no esperada a priori, y una cronología. Por un lado, se ha revelado que corresponden a dos mujeres y se ha conseguido determinar hasta cuando estuvo en uso la iglesia.

“Mandamos a datar un diente de la mujer adulta y esa mujer falleció entre 1220 y 1270, según el carbono 14. Estos datos demuestran la pervivencia en el uso de la iglesia del castillo durante la última fase de la ocupación de la fortaleza, desde que esta es entregada a la Orden de Santiago en 1222 hasta el derribo del castillo a mediados del siglo XIV”, añade García Álvarez-Busto.

La Orden de Santiago estaba en aquellos tiempos enfrascada en la preocupación por el avance de la Conquista en Andalucía y solía entregar castillos como el de Gauzón a la nobleza de la zona, los encomenderos, que tenían el usufructo de la fortaleza. Para los nobles locales no había mayor prestigio que habitar un castillo. “Podemos deducir que estos miembros de la nobleza se enterraban en el cementerio del castillo. Justo en esa época del enterramiento de la mujer adulta, en 1222, aparece en la documentación escrita la primera mención al concejo, al Alfoz Castrelyon. Podemos decir, entre comillas, que esos esqueletos que encontramos son de los primeros vecinos de Castrillón. Creemos que esas mujeres son miembros de esa familia de la pequeña nobleza local que residía en el siglo XIII en el Castillo, no alta aristocracia como la que residía en Gauzón en los siglos IX y X”, sostiene el arqueólogo.

Esqueleto hallado en la necrópolis del peñón de Raíces, de una mujer del siglo XII de entre 45 y 49 años

Solo una quinta parte excavada

En la zona donde fueron localizados los esqueletos de las dos mujeres ya había encontrado en la década de 1970 Vicente José González García un enterramiento. “Aquel era un enterramiento más distinguido, con una tapa de piedra, de aristocracia más alta. Aquellos restos fueron saqueados, entonces el Peñón de Raíces no tenía la protección actual. En este otro caso es un enterramiento en fosa, sencillo. Por la tipología y la forma de la fosa, creemos que los enterramientos (de la mujer y de la adolescente) son coetáneos, pero no lo podemos asegurar por el momento, es muy difícil de precisar”, añade.

La necrópolis y la iglesia de San Salvador estaban situadas en el espolón norte de la plataforma superior del yacimiento. Los arqueólogos han excavado desde que comenzaron las campañas en el Peñón de Raíces una quinta parte de esa superficie. “Es una zona que a futuro sería muy interesante excavar en extensión. Suponemos que habrá más vestigios arqueológicos de la iglesia y también más personas enterradas. Ya ha aparecido algún fragmento muy pequeño de mármol, posible decoración de la iglesia”, concluye Alejandro García.

Arqueólogo y antropóloga confían en poder seguir investigando para conseguir determinar el parentesco y la causa de la muerte de estas pobladoras del Gauzón, sobre todo en el caso de la chica, a la que envuelven aún más incógnitas.

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