La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Bitcoin llega a las barras avilesinas

Un bar de San Cristóbal se convierte en el primero de la villa en aceptar pagos con criptomonedas: “Estoy convencido de que son el futuro”

Jorge Rodríguez muestra el funcionamiento del sistema de pago con criptomonedas. MARA VILLAMUZA

El futuro de las criptomonedas es una incertidumbre. Sin embargo, es innegable el auge y expectación que han tenido estas nuevas monedas en los últimos años hasta la actualidad, lo que ha llevado a muchos inversores a llenar de ‘tokens’ sus carteras virtuales. Aunque el pago con criptomonedas en establecimientos físicos tan solo se pueda hacer en escasos sectores y establecimientos de todo el mundo, en Asturias ya es posible realizar transacciones hasta en diez negocios diferentes: uno de ellos un bar situado en el barrio de San Cristóbal, en Avilés; el primer local de la villa que a día de hoy acepta el pago de sus clientes en criptos. “Estoy convencido de que son el futuro”, asegura Jorge Rodríguez Álvarez, propietario del bar Yemio.

Todas las criptomonedas mueven la friolera de casi dos billones de euros alrededor del planeta. La primera en aparecer –en agosto de 2008– fue Bitcoin. Desde entonces sigue siendo tanto la más famosa y conocida como la que ostenta el precio más alto en el mercado de las criptomonedas, con un valor actual de 35.000 euros el ‘token’. Sin embargo, en los últimos años han ido surgiendo más competidores que también se han hecho un hueco en el mercado y han ido cogiendo popularidad entre los inversores de criptos, como es el caso de Ethereum, Dogecoin, Cardano, Binance Coin o Tether, entre otras tantas.

Ahora bien, según explica el propietario del bar avilesino donde ya aceptan esta forma de pago, la manera de que un cliente solvente la cuenta a golpe de criptos es la siguiente: “Funcionamos a través de una empresa que se llama Eurocoin. Esta tiene una aplicación que serviría como pasarela de pago. Es decir, como una especie de Bizum, pero con criptomonedas”. Una vez abierta por ambas partes, el propietario genera un código QR que debe escanear el cliente y la transacción estaría lista. “A mí me llega a la cuenta y tarda menos que un WhatsApp, es súper sencillo”, detalla el hostelero avilesino. Es en este punto dónde entra en juego el entramado de las criptomonedas, ya que el cliente tiene la posibilidad de pagar con Ethereum, por ejemplo, y que el hostelero reciba otro ‘token’ diferente. “En mi caso siempre recibo en Bitcoin porque es la moneda que me interesa tener, pero puedo elegir la que prefiera. Es la propia aplicación la que calcula automáticamente la proporción entre criptomonedas, ya que no todas valen lo mismo”, explica Rodríguez.

Jorge Rodríguez con el código QR para Bitcoins su móvil MARA VILLAMUZA

No obstante, continúa el hostelero, “no tiene mucho sentido pagar un café en Bitcoin, ya que es un potente activo; sería como pagar una cerveza con acciones de Apple”. Por tanto, la opción más inteligente, según comenta, pasa por deshacerse de monedas de poco valor en este tipo de pequeños pagos: “Ya sea a través de ‘tokens’ de reciente creación que no han despuntado y su valor está estancado, o bien con monedas que se generan automáticamente por el hecho de mantener la inversión en los token que poseas, lo que se conoce como ‘staking’”.

Hace dos semanas que recibió el primer pago en criptomonedas y desde entonces ya ha habido tres clientes que han preferido esta forma de liquidar la cuenta. Rodríguez nota que los consumidores aún prefieren pagar en euros antes que en criptos, ya que los bancos siguen generando una mayor confianza entre la población”. Los que sí optan por pagar con ‘tokens’, señala el hostelero, suelen ser conocidos afines al mundo de las criptomonedas. “Por regla general la gente prefiere desprenderse del euro, que se devalúa, y no de las criptomonedas, donde generalmente pasa todo lo contrario”, remata Rodríguez.

A sus 31 años lleva cuatro a cargo del bar Yemio y cerca de diez dedicado al mundo de la hostelería. Además, Jorge Rodríguez también invierte en criptomonedas desde hace aproximadamente cuatro años, es por ello que decidió lanzarse a aceptar una nueva forma de pago en su negocio. “Todo empezó cuando ocho o nueve clientes frecuentes me preguntaban si podían pagarme en criptos; y dije: por qué no. Fue ahí cuando supe de la plataforma Eurocoin y empecé con ello”. Reconoce que aunque es el público más joven el que muestra más curiosidad por las criptomonedas, hasta el momento los pagos siempre han venido de clientes más veteranos en el sector.

Compartir el artículo

stats