El convencimiento de que “emprender en Asturias es posible” inspiró la jornada que ayer organizó en Avilés Mujeres de Empresa (MdE ), un colectivo que persigue ayudar a las mujeres autónomas, profesionales y empresarias del Principado a consolidar sus negocios. La mesa redonda central de la jornada contó con la presencia de tres empresarias tecnológicas que en su momento emprendieron con éxito proyectos enmarcados en la vanguardia tecnológica: Marián García Prieto, Ana Pérez Otero y Tamara Fernández Fernández. De su experiencia y de sus opiniones se extraen conclusiones como que “en Asturias ya pasó el tiempo de las excusas y empezó el de la acción: existe una red lo suficientemente tupida como para ayudar con garantías a cualquier emprendedor a sacar adelante su proyecto”.
Y si esas empresas emergentes son de base tecnológicas, miel sobre hojuelas, porque las tres ponentes –todas ingenieras formadas en la Universidad de Oviedo– pusieron el acento en que las grandes oportunidades del mercado tienen en común una característica: su fundamento es el desarrollo, adaptación o implementación de soluciones tecnológicas para los ámbitos más diversos.
“Nada hace diferente a Asturias de otros lugares para emprender un proyecto de corte tecnológico; antes al contrario, existen elementos ventajosos como la existencia de redes, centros de formación y experiencia”, sostiene Marián García Prieto, quien señala la existencia de “claras oportunidades” de emprendimiento en “la adaptación de soluciones tecnológicas a sectores de la población como los mayores, los enfermos con dolencias incapacitantes, la población rural...” La emprendedora, cuya empresa ya comercializa un modelo de bastón de paseo que proporciona más calidad de vida a enfermos de alzhéimer y párkinson, refiere como ejemplo el reto de “facilitar a la gente mayor el uso de los cajeros automáticos”.
Tamara Fernández amplía el espectro de las oportunidades de emprendimiento tecnológico a “la eficiencia energética, las ‘energías verdes’ y las mejoras de procesos productivos orientadas a reducir consumos”, entre otros ámbitos. Ana Pérez Otero añade a la lista “la digitalización de procesos la atención a la salud y el desarrollo de las llamadas ‘ciudades inteligentes’”.
