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El Cristo de Medinaceli sale de procesión en Avilés y pone fin tres años de "cautiverio"

La cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza se saca la espina de tres suspensiones, una por lluvia y dos por la pandemia de covid

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EN IMÁGENES: El Cristo de Medinaceli sale de procesión en Avilés y pone fin tres años de "cautiverio" Mara Villamuza

Y al cuarto año, el Cristo de Medinacelli –el que representa a Jesucristo prendido– salió en procesión por las calle de Avilés poniendo fin a un “cautiverio” en la iglesia de San Antonio que ya duraba desde 2018. Esa es la deseada noticia que los cofrades de Jesús de la Esperanza ansiaban que se produjera y que ayer de tarde cristalizó, no sin muchas dudas sobre el comportamiento que tendría la meteorología, finalmente benigna tras un amago de aguacero que una hora antes de empezar la procesión puso el alma en vilo a los organizadores de la procesión de Lunes Santo, la de Jesús Cautivo.

La edición de 2018 de la procesión del Cautivo se frustró por la lluvia y las de 2019 y 2020, por el coronavirus. La Semana Santa de Avilés estaba en deuda con la cofradía que tiene su sede en el antiguo templo franciscano y este año, que precisamente se cumplen 25 años de la fundación de la hermandad, las cosas al fin salieron a pedir de boca.

Hubo procesión de Jesús Cautivo y se sacaron muchas “espinas”. La joven directora de la banda de tambores, Rocío López Mora, debutó al fin en un Lunes Santo, algo que se le venía negando desde 2018, cuando solo puso marcar el ritmo en la procesión de La Borriquilla del día de Ramos. El presidente de la asociación Lepanto de veteranos de la Armada, Alfredo Montes, también tuvo su estreno procesional marcando el paso de un colectivo que siempre arropa al Cautivo subrayando el vínculo marinero que tiene la cofradía portadora.

Entre el público, los turistas vascos Kike Camba y Elvira Álava, vecinos de Basauri, hacían las veces de espectadores neófitos en la Semana Santa de Avilés. Aseguraban que, al margen del atractivo estético de la procesión, les había llamado especialmente la atención la gran cantidad de mujeres presentes entre los cofrades, una buena observación que tiene fundamento en que la cofradía de Jesús de la Esperanza ya nació siendo mixta al fundarse en 1997 –otras modificaron sus estatutos originales para adaptarse a la nueva realidad social– y desde entonces la presencia femenina en su seno no ha dejado de crecer. Este será, seguramente, uno de los temas que hoy se comente en la charla-coloquio anunciada para las 19.00 horas en el complejo hotelero La Serrana a modo de celebración del 25.º a aniversario de la cofradía que tiene por hermano mayor a Rufino Arrojo.

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