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El taller de las carrozas del Bollo trabaja contrarreloj en Avilés

Los diseños pospuestos de 2020 toman forma en la nave de Festejos y estrenan plataformas “homologadas y seguras”

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, y la concejala de Cultura, Yolanda Alonso, conversan con Esther Cuesta, creadora de la carroza de Jardín de Cantos. | Mara Villamuza

Las carrozas de las próximas fiestas del Bollo tienen nuevas plataformas. “Homologadas, seguras y más cómodas también para trabajar sobre ellas”, aseguró ayer la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, al término de su visita, junto a la concejala de Festejos, Yolanda Alonso, a la nave de La Maruca que estos días se convierte en los astilleros de las estructuras principales de los desfiles que harán grandes las fiestas de la primavera tras dos años a cubierto (o en los balcones).

“La concejala de Festejos ha aprovechado muy bien estos dos años para hacer las cosas que esta pandemia no nos dejaba hacer e invertir en mejoras”, añadió la Alcaldesa con satisfacción no sin antes reclamar a sus administrados, o sea, a todo el mundo, utilizar “las mascarillas durante las fiestas: en los espacios interiores y en los exteriores”. Porque, subrayó, lo principal es devolver el ánimo perdido, “pero con seguridad”.

La concejala de Cultura fotografía una carroza en recuerdo al 25.º aniversario de La Curtidora. En el círculo, elementos de una de las carrozas. | Mara Villamuza

Mariví Monteserín subrayó la particularidad de que las carrozas de este año “son producto de la economía circular” y es que la mayor parte de las que van a salir este año tenían que haberlo hecho en 2020, pero no pudo ser. “Son bonitas y hay mucho libro: hay un homenaje a la Biblioteca y está La Curtidora, que este año cumple veintisiete años desde su restauración; está en el momento de su gran esplendor, muy valorada a nivel nacional”.

Los asuntos que habían inspirado a las asociaciones vecinales en 2020 fueron números redondos: los cien años del teatro Palacio Valdés, los cien años de la Biblioteca de Avilés, los veinticinco del centro de empresas, el centenario de la Compañía del Tranvía Eléctrico... Los aniversarios redondos pasaron, pero no las ganas de seguir de fiesta.

Las hermanas Martínez Artime son las encargadas de la carroza de las xanas. Las dos andan a toda velocidad. “Llevamos como dos semanas”, dicen las dos casi a coro. Este año el Ayuntamiento ha decidido levantar su carroza desde la nada. “Nos llegó hoy la estructura donde se van a sentar las xanas”, cuentan. “Por eso vamos a tope”. El domingo está ahí, a la vuelta.

El taller de las carrozas trabaja contra el reloj

Miguel Mulero es el responsable de las carrozas de la Cofradía El Bollo, de la asociación Aunando Fronteras y la de la asociación de La Peral. “Empecé hace más de un mes, cuando todavía no estaba claro que fuera a haber desfile”, señaló el artesano mientras acuchilla una estructura de poliespán que va a enganchar a una de sus creaciones. Esther Cuesta es otra creadora con dos encargos pendientes: la del Ayuntamiento de Illas y la de la asociación de Jardín de Cantos –una de las que tienen el motivo libresco como elemento vertebrador–. “Llevo treinta años haciendo carrozas y lo mejor de todo es cuando se suben los niños en ellas”, subraya.

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