Los alumnos de la escuela Espacio Salinas sorprendieron ayer con una muestra de ballet en el paseo del principal arenal castrillonense para celebrar el Día Internacional de la Danza. Apoyándose en las palabras del coreógrafo Maurice Bejart acerca de la oportunidad de sacar la danza a la calle (“El sitio de la danza está en las casas, en las calles, en la vida”, decía él), los futuros bailarines realizaron una exhibición al aire libre de su habilidad con el baile.
Espacio Salinas trasladó sus pasos de ballet de la escuela a la playa, “porque la ilusión y pasión por la danza hasta aquí nos ha movido”, subrayaron los responsables del centro.
El Día Internacional de la Danza fue establecido desde 1982 con motivo del nacimiento de Jean-Georges Noverre, bailarín y coreógrafo francés nacido el 29 de abril 1727, considerado el creador del ballet moderno. En el mensaje de este año, que firma la directora del Ballet Nacional de Corea, Sue Jin Kang, como se leyó ayer en Salinas, se advierte de que “la catástrofe del covid-19 ha detenido la vida libre tal como la conocíamos y estar en medio de esta tragedia nos ha hecho replantearnos el significado de la danza y de los bailarines”.
A juicio de la directora coreana, en el pasado la danza era un medio primordial de expresión y comunicación a través de los gestos, convertido en arte escénico que conmovía el alma e inspiraba al público. Con la pandemia, prosigue en su mensaje, “se ha restringido e incluso bloqueado” en su forma original. Aunque la situación está mejorando, los espectáculos siguen sujetos a muchas restricciones.
Por ello, inspirándose en la protagonista de ‘Giselle’, una bailarina que intenta escapar de la gravedad de las penurias que azotan el mundo, los bailarines castrillonenses quisieron ofrecer una sencilla muestra de ejercicios como los que realizan a diario en sus clases para hacer vibrar al público con su amor por este arte, pese a las dificultades.
