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Ranón celebrará una fiesta por el nuevo vial: “Es un sueño”

La entidad vecinal convoca una espicha, mañana, para conmemorar “que ahora hay una carretera digna y no un camín”

Miembros de la junta directiva de la entidad vecinal de Ranón, ayer, ante la carretera recientemente renovada.

Los vecinos de Ranón celebrarán mañana viernes una fiesta sencilla pero de mucho calado. Habrá espicha, gaitero y tamboritero y mucha alegría, la que ha aportado al pueblo la renovación integral de la carretera que une a la localidad con La Arena. Una semana después del fin de las obras, los vecinos se reunirán a partir de las 19.00 horas en el centro social “para ver cumplido un sueño de muchos años”, afirma el presidente vecinal de Ranón, Jaime Martínez, que se estrenó en el cargo el pasado mes de febrero. “Es algo histórico para el pueblo”, afirmó el dirigente vecinal, quien echa la vista atrás para recordar las concentraciones reivindicativas a pie, en bici y los retrasos que sufrió la actuación incluso una vez adjudicada. Atrás quedaron también los baches, las curvas sin apenas visibilidad y el peligro que ello conlleva para conductores, peatones y ciclistas.

Ahora, esas críticas no se olvidan pero han pasado a un segundo plano porque es el momento de celebrar el fin de las obras de una carretera que mejorará la calidad de vida de los vecinos. “Lo que antes era un camín, ahora es una carretera digna, decente y segura, que está bien hecha y que, además, viendo como se estaba desarrollando el proceso más de uno pensó que no iba a llegar”, afirma Martínez, quien ha invitado a la fiesta de mañana a las corporaciones municipales de Soto del Barco y de Castrillón, que son los concejos por los que discurre la renovada carretera.

“Aprovecharemos, ya que vendrán a Ranón, para pedirles algunas actuaciones, que serán remates, mejoras necesarias menos importantes que la carretera, obviamente”, apuntó el dirigente vecinal, quien aún recuerda la falta de visibilidad de algunos tramos de la carretera y que con la inversión autonómica de 2,6 millones ya son parte del pasado. “Ahora circulas y se ve perfectamente, no existe la tensión por si te encuentras a algún que otro coche de frente, esperemos que ahora –con el renovado estado del pavimento– no haya muchos excesos de velocidad”, abundó al respecto Martínez.

La obra de un año de duración conllevó alguna que otra molestia a los vecinos con propiedades en los márgenes de la carretera, algo normal en este tipo de actuaciones. “Estamos orgullosos de que se haya terminado, todas las obras son molestas pero ahora tenemos que celebrar que podemos circular sin problemas y que quedó en buenas condiciones”, destacó Martínez.

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