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En Gozón e Illas tocan a una vaca por cabeza

El potencial ganadero de dos de los concejos de la comarca contrasta con su paulatino despoblamiento, si bien esa inercia demográfica empieza a revertir

Un grupo de vacas.

Si todos los vecinos de Gozón e Illas se emparejaran uno a uno con las vacas que viven en ambos concejos se podría hacer una foto en la que prácticamente cada persona tendría al lado una res, y aún quedarían animales desparejados en territorio gozoniego. Porque en Gozón viven, según el último dato censal, 10.412 habitantes y la cabaña bovina es de 10.529 reses; en Illas, 1.071 vecinos y 947 vacas.

¿Qué indica esta curiosa comparación? A juicio de los alcaldes de ambos municipios, Jorge Suárez (PSOE) en Gozón y Alberto Tirador (IU) en Illas, que sus territorios son pujantes espacios ganaderos y que, ciertamente, la cifra de población está de capa caída, como en el conjunto del campo asturiano y español. Dicho lo cual, Tirador matiza: “Pero que conste que Illas ha sido el año pasado uno de los cuatro concejos asturianos que ganó población”. Y Suárez acota: “En Gozón se está frenando la sangría demográfica y hay condiciones para revertirla”. Los regidores son optimistas sin dejar de ser realistas.

Jorge Suárez, que sigue viviendo en el pueblo de Ferrero, donde nació y se crio, evoca aquellos años de su infancia “en los que había vacas en todas las casas del pueblo”. Imposible saber si tantas o más que vecinos, pero desde luego “en explotaciones familiares infinitamente más pequeñas que las actuales”. Hoy en día “solo cuatro o cinco familias siguen criando ganado, pero tienen muchas más reses que lo que se estilaba antaño”. Lo mismo pasa en Illas, donde las casi mil vacas censadas están en manos de apenas una docena de ganaderos, y de ellos se cuentan con los dedos de una mano los que viven expresamente de esa actividad.

El concejal del PP, ganadero y líder sindical agrario –preside Asaja– Ramón Artime saca pecho por la cabaña bovina de su concejo: “Hay ganaderos de primer nivel, muchos jóvenes y una apuesta clara por el futuro del sector. Sin temor a equivocarme se pude afirmar que Gozón es uno de los concejos asturianos donde mejor se ha hecho la transición ganadera que impuso la Unión Europea. Otra cosa es saber cuánto resistiremos con las actuales políticas comunitarias paniaguadas”. Por eso hay, se supone, tantas vacas.

Alberto Tirador sostiene que en Illas hace años “había el doble de vacas que de paisanos, y eso habiendo muchos más paisanos que ahora”. O sea que no le llama la atención que hoy en día las cifras estén igualadas. Su preocupación no son tanto el número de vacas, sino el de personas. Illas ha cogido una deriva positiva en términos demográficos y lo que quiere Alberto Tirador es mantenerla: “Nuestra estrategia como gobierno municipal es clara: Illas será lo que haya de ser pero la base económica y el eje de todas las políticas será el campo, que es nuestra esencia. A partir de ahí, lo que venga será bienvenido”.

Lo que “viene”, de momento, es turismo que busca Naturaleza, paisaje y gastronomía, alguna que otra actividad económica no agresiva con el medio natural y muchas personas interesadas en comprar vivienda por aquello de que el covid ha puesto de moda el campo e Illas goza de una ubicación privilegiada en el centro de Asturias, cerca de todo y lo suficiente lejos de los focos de masificación poblacional.

Tirador, un reputado analista del despoblamiento rural, señala como primera dificultad para atraer población la “falta de materia prima”. Y se explica: “No nacen niños y los extranjeros que llegan a España no tienen Asturias como destino predilecto”. A ese respecto, poco pueden hacer Illas o Asturias en su conjunto, “si acaso desplegar políticas generadoras de empleo”.

Tirador, en cambio, sí cree que la comunidad autónoma podría “pensar más el campo”. ¿Cómo? “Para empezar, cambiando el modelo urbanita de planificación urbanística, ese que ahora condena al campo a ser un parque temático para uso y disfrute ocasiona de la gente de la ciudad. El diseño de Asturias debe hacerse desde la escucha y el respeto a las gentes del campo, que no son la mayoría pero son los que pueblan la mayor parte del territorio y los que mantienen ese paisaje del que tanto presumimos”.

Tanto o más optimista sobre el resurgir de lo rural es Sila Fernández, que junto a su familia mantiene una tradición familiar agro-ganadera de seis generaciones en la aldea gozoniega de Manzaneda. La ganadería de carne –400 reses– y la producción agrícola según criterios de sostenibilidad ambiental y excelencia son las señas de identidad de Casa Bartuelo, una de las varias empresas de Gozón que hacen de este concejo un referente ganadero dentro de Asturias. “No me sorprende en absoluto la proporción vacas-personas, Gozón es un concejo con muchas explotaciones y hoy en día las mismas han de tener mayor tamaño para subsistir; entre eso y la pérdida de población, la cuenta sale sola”, razona Sila Fernández.

Esta mujer opina que para “repoblar” el campo, “lo primero es frenar el actual proceso de vaciado”. Y lo segundo, “analizar por qué se van los que se marchan”. Más aún, “Asturias es muy diversa y cada concejo merecería su propio análisis y solución, el remedio para Gozón no tiene por qué ser el mismo que el de otros concejos, por ejemplo del oriente u occidente asturiano”. A efectos prácticos, Sila Fernández defiende “respetar y apoyar las actividades y los usos tradicionales del campo, pero dotando a sus pobladores de los servicios propios del siglo XXI, y eso incluye toda la esfera de lo relacionado con internet”. Es decir, facilitar en vez de entorpecer.

Ramón Artime está en una clave parecida a la de la empresaria: “El campo tiene mucho que decir a la hora de abordar los retos del milenio, empezando por la descarbonización, pero tengo mis dudas de que Europa crea en su potencial”. Y respecto a la creciente presión turística –que en Gozón es manifiesta–, el concejal popular lo tiene tan claro como el alcalde socialista: “Turistas sí, pero primero la gente del campo. Las vacas ya pastaban en estos prados antes de inventarse el veraneo”.

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