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La mujer acusada por un atropello mortal en Piedras Blancas: “Sentí el impacto, pero no me percaté de la presencia de ninguna persona”

“A los cinco minutos regresé con mi pareja y no vi ningún resto de accidente”, manifiesta la conductora, que se enfrenta a cárcel por un delito de homicidio imprudente y otro de abandono del lugar del accidente

Zona del atropello Ricardo Solís

M. M. se encontró con su pareja en Piedras Blancas. Ambos venían de sus trabajos, cada uno con un coche. Cenaron en la capital castrillonense. Bebieron agua y refrescos. De regreso a casa, en Las Chavolas, ella circulaba delante y él, en otro turismo, a unos metros por detrás. En las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil de Piedras, en la carretera que comunica Piedras con Santa María del Mar, M. M. supuestamente atropelló a Pablo Iglesias San José , conocido popularmente como "Pablo, el pescadero”, de 83 años, que transitaba, según la Fiscalía, por el arcén derecho con su andador. La presunta responsable del atropello mortal ha declarado ahora como autora de un delito de homicidio imprudente y otro de abandono del lugar del accidente. A preguntas del fiscal Jesús Villanueva, la mujer reconoció haber sentido “un impacto” en el vehículo. “Pero no me percaté de la presencia de ninguna persona en la vía, no vi ninguna luz (según testigos, el andador de la víctima tenía instaladas luces). Iba a 50 kilómetros por hora como mucho, en tercera”, reconoció.

¿Por qué no se detuvo? “No había dónde parar. Consideré que lo más seguro era ir a mi casa y volver. A los cinco minutos, más que diez, regresamos y no vi ningún rastro del accidente”, explicó en la sala. Un testigo certificó que tras el atropello mortal “un vehículo circulaba por la carretera a velocidad anormalmente reducida”. M. M. reiteró: “En ningún momento di por hecho que podía ser una persona”.

Su pareja, que circulaba en otro vehículo detrás suyo en el momento de los hechos y declaró en calidad de testigo, descartó haber visto las luces del andador de la víctima. “No pensamos que fuera una persona. Aquello está lleno de jabalís. Cuando regresamos con mi coche, porque el suyo estaba con daños, pasamos lentamente por la zona, por ambos carriles, y no vimos nada. Nos fuimos a casa”, manifestó. A la mañana siguiente supieron por la prensa digital que una persona había arrollado a un anciano donde ella sintió el impactó y que se había dado a la fuga. “Al leer la noticia, unas horas después, fuimos al cuartel de la Guardia Civil y de ahí nos derivaron a la Policía Local”, explicó. Se personó de forma voluntaria.

Un testigo aseguró haber estado en el bar "El Peque", ubicado frente al cuartel de la Guardia Civil, en La Castañalona, con el fallecido. Fue quien encontró a Pablo Iglesias San José “tirado hacia arriba”. Certificó que aquella noche - el accidente se produjo sobre las 22.15 horas del 17 de octubre de 2019- él mismo le había encendido las luces del andador a su vecino. Prestaron también declaración varios agentes de la Policía Local, que manifestaron que la conductora “da como un pequeño bandazo, pero sin accionar el freno” en el momento del suceso.

La vista oral continuará este viernes a las 9.30 horas.  La Fiscalía del Principado de Asturias, Sección Territorial de Avilés, solicita una condena de tres años de prisión para la acusada por el atropello mortal del peatón. Una de las acusaciones particulares sube la pena a cuatro años. Pero todo hace prever, como avanzaron, que modificarán las conclusiones de los escritos de calificación con una rebaja de las peticiones de cárcel.

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