Son ocho chicas, estudian 4.º de Primaria, van al colegio de Llaranes y de mayores, algunas, quieren dedicarse a la robótica. Les gusta la ciencia y la tecnología y con juegos manipulativos aprenden destrezas, desarrollan su imaginación y, a su vez, participan en el programa educativo Aquaestem, impulsado por Aguas de Avilés y la Fundación Aquae con el fin de “fomentar el interés de las alumnas de segundo a sexto de Primaria por las carreras científicas y técnicas”. Este proyecto se desarrolla también en el colegio Marcos del Torniello.
La tarea de ayer se centraba en construir una carretilla para que “Andrea” y “Javi”, los personajes, puedan llevar “garrafas de agua a un pozo”. Las niñas deberían usar para ello piezas de Lego. Se dividieron en dos grupos de cuatro. El primero estaba formado por Lina Elcarraz, Janet Elena Monteiro, Gerley Escallón y Naiara Martín. Cristina Alonso, Livia Martínez, Selene Montoya y Judani López formaron el otro.
La idea de estos talleres es romper la brecha salarial y de género, indicó la concejala de Igualdad, Lucía Fernández, al tiempo que la gerente de Aguas de Avilés, Carmen Álvarez, destacó: “La educación es el futuro y es necesario empoderar a las niñas”. La directora de desarrollo sostenible de Asturagua, Leticia Rodríguez, planteó la importancia de las técnicas Steam para forjar nuevas científicas.
Tras haber estudiado a mujeres referentes en estos campos de ciencia y tecnología, algunas de las pequeñas ya pensaban en sus proyectos de futuro como Livia Martínez, quien planea crear un robot “humano que ayude a las personas que tienen problemas” y Naiara Martín anunció una “mascota robot”.