La última jornada de la Segunda RFEF no fue apta para cardiacos, con continuos bailes de posiciones que hicieron que muchos equipos estuviesen a solo un gol de conseguir sus objetivos en los minutos finales de los partidos. El club asturiano que más se jugaba, por lo comprometido de su posición en la tabla, era el Marino de Luanco, que arrancó la jornada en puesto de playoff de descenso, llegó a estar descendido de forma directa durante muchos minutos por la combinación de resultados en otros campos y acabó remontando su duelo contra el Navalcarnero (1-2 resultado final) con un gol salvador en el minuto 95 que le ha valido a los azulones la permanencia otro año en Segunda RFEF. El autor del gol que vale la permanencia fue el centrocampista Luis Morán, lo que dada la condición del futbolista de nacido en Luanco acentúa la épica de la salvación.

A la misma hora que los luanquinos se jugaban en tierras madrileñas su futuro en Segunda RFEF, en el Suárez Puerta el Real Avilés Industrial despedía la Liga frente al Arenteiro. Ninguno de los dos clubes tenían opciones de entrar en el playoff de ascenso y tampoco tenían la presión de puntuar para evitar el descenso. Se adelantó el equipo avilesino y en la segunda parte empató el Arenteiro. Resultado final: 1-1. De este modo, con el punto logrado y la derrota del Langreo ante el Leganés B (1-3), el Real Avilés suma 47 puntos y se clasifica como primer equipo asturiano de la categoría.

Salvados el real Avilés Industrial, el Langreo y el Marino de Luanco, descienden a Tercera el Llanera, que ayer dio una inútil campanada al imponerse 3-4 en el campo del aspirante a campeón, el Adarve (finalmente segundo clasificado por detrás del Pontevedra), y el Ceares, que después de empezar ganando acabó perdiendo en su campo (1-2) frente al Móstoles, club que dependía de lo que hiciera el Marino para evitar el descenso directo.