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El Avilés se despide con un empate: Un gol del Arenteiro al final deja noveno al equipo blanquiazul

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EN IMÁGENES: Así fue el último partido del Real Avilés contra el Arenteiro María Fuentes

Real Avilés, 1-Arenteiro, 1

Real Avilés: Davo Armengol (1); Nacho López (1), Álex Prendes (1), Jorge Morcillo (2), Juanmi Carrión (2); Hualde (2), Vidorreta (2); Natalio (1); Cedrick Mabwati (1), Ródenas (1) y Sergio García (3).

Cambios: Juan Perea (1) por Cedrick Mabwati y Adrián Gómez (1) por Álex Prendes, min. 63. Toni García (1) por Sergio García, min. 71. Mamor Niang (s.c.) por Ródenas, min. 80.

Arenteiro: Iago Domínguez (1); Víctor Eimil (1), Dani Portela (1), Germán Novoa (2), Joseca Márquez (1); Raúl Blanco (1), Adrián Cruz (2), Cassio Goes (1), Marquitos Alonso (2); Renan Zanelli (1); y Joni Magisano (1).

Cambios: José Sobrido (2), por Joni Magisano, Álex Fernández (1) por Casio Goes y Pibe Pastoriza (1) por Marquitos Alonso, min. 60. Vitra Rodríguez (1) por Raúl Blanco y Pol Bueso (1) por Dani Portela, min. 78.

Goles: 1-0, min. 43: Sergio García. 1-1, min. 90: José Sobrido.

Árbitro: Maté Rincón (Segovia). Tarjetas para los locales Sergio García, Juanmi Carrión y Juan Perea, y para los visitantes Adrián Cruz, Víctor Eimil y Álex Vázquez (segundo entrenador).

Suárez Puerta: 586 espectadores.

Sobre las tablas del Suárez Puerta, y con tablas, se fue abajo el telón de la temporada. Real Avilés y Arenteiro comparecían para una de esas despedidas que, libres de angustias, permiten huir de los tacticismos más inflexibles y de las teorías más enlatadas en pizarras y tablets.

Ese conjunto de circunstancias permitieron, por ejemplo, que los blanquiazules salieran con cuatro delanteros específicos y, para evitar que la disposición nos trasladara a la prehistórica descompensación con la que nació el fútbol, hasta se experimentó con Natalio transitando por zonas poco frecuentadas, más alejado del área rival. Aún así, el capitán, con protagonismo creativo de Sergio García en los minutos 18 y 40, dispuso de dos grandes ocasiones para festejar, pero la primera se la sacaba Germán Novoa bajo palos y la segunda se le iba ligeramente arriba.

Fue una primera parte en la que Sergio García se motró muy activo, bien en el desborde y la fabricación de situaciones –ya en el minuto 4, su centro a punto estuvo de ser rematado por Ródenas– bien en la finalización. Así acontecía poco antes del descanso, cuando un envío de Mabwati, desviado defectuosamente por el paulista Cassio Goes, lo recogía Sergio para, de chut cruzado con la pierna izquierda, superar al portero Iago Domínguez. El Arenteiro, que llevaba 31 años sin aparecer por Avilés, dio muestras de digno embajador del “Galicia Calidade”. Dispone de buenos tratantes de balón, aunque esta vez pudiera servirse de las habituales aportaciones de su estrella, Renan Zanelli, en el toque, o del incordio de Raúl Blanco, bien frenado por Juanmi Carrión, al contrario de lo que había sucedido en el partido de O Carballiño.

En la segunda parte, el Real Avilés tuvo minutos de una intensidad casi impropia de la situación y, tirando del palabro de moda, se veía una “cañedeta” apetecible de ver durante algunas semanas más. Sin embargo, tras la pausa de hidratación –precepto un tanto absurdo, en mayo, sin sobrepasar los 20ºC y hasta con rebequitas en la grada–, el Arenteiro volvía a fluir como el subafluente del Miño que le da nombre. El equipo que prepara Fran Justo tuvo unos minutos finales muy buenos. Con unas ganas enormes de satisfacer a los aficionados qe le acompañaron, cercó el área de Armengol y, entrando en tiempo de prolongación, igualaba con un derechazo de Sobrido.

Ese gol impidió que el Real Avilés concluyera la temporada en sexta posición, para conformarse con una novena que, al fin y al cabo, hubiera firmado con los ojos cerrados hace sólo un par de semanas.

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