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Un emocionado adiós a las aulas

El Carreño Miranda homenajea y despide con flores a los diez profesores que se han retirado durante la pandemia

Foto de familia de los homenajeados. MARIA FUENTES

Hubo emoción, pero también muchas flores. Cada uno de los diez profesores del instituto Carreño Miranda que ha dejado la vida laboral activa desde el inicio de la pandemia se llevó un ramo de flores. Y un regalo personal. Y una insignia de oro –si la antiguedad en el centro era superior a veinte años– o de plata –si la cosa no había superado los dos lustros–.Y todo esto con un poco de música: de la alumna de Primero de Bachillerato Luz Covadonga Ramírez, que intepretó unas piezas al “cello”. Una hora y pico después los jubilados fueron a disfrutar su júbilo a Los Balagares. Les acompañaron sus compañeros, los de ahora, los que se quedan para seguir el día a día en el histórico centro educativo avilesino.

Fueron Isabel Amanda Álvarez Alonso –antigua directora del Carreño, la actual es Natalia Menéndez–, Jorge Lueje Espina, Antonio Vesperinas Palomar, María del Carmen Moreno Hernández, Marisa del Riego Gordón, Francisco Javier Rodríguez Suárez, Miguel Solís Santos, Ana María Fernández Bañuelos, Marta Ledo Fernández y Olga Suárez Misiego. Dos de Matemáticas, dos de Física y Química, uno de Lengua Castellana, otra de Orientación. Los departamentos de Educación Física, Biología, Francés y Ciclos Formativos también participaron de la fiesta. Sus huecos han sido cubiertos: los de los que aceptaron el homenaje y también los que, por una u otra causa, se lo perdieron. “Era imprescindible organizar un acto institucional”, resumió Natalia Menéndez, que dirige el centro, enseña Literatura y también la compone: en la celebración en el salón de actos del instituto leyó un poema inédito.

Cada uno de los profesores –alguno de ellos llevaba dos años sin pisar el centro de sus últimos años en activo– agradeció el homenaje de sus compañeros. Lo que fueron en la tarima lo volvieron a ser sobre las tablas del salón de actos. Y, sobre todo, después, cuando llegó la fiesta.

El instituto Carreño Miranda se llama así desde 1934. Ha pasado por dos sedes. La primera fue en el actual colegio Palacio Valdés.

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