“De momento, la melodía suena bien”, es lo que vinieron a convenir ayer las partes implicadas en un novedoso y ambicioso proyecto cultural a desarrollar el próximo mes de julio (entre los días 25 y 31) en Soto del Barco: el primer curso estival de música clásica, con ciclo de conciertos incluido. El director del curso, Daniel Tarrio Aladro, aseguró que ya se ha cubierto la mitad de la matrícula ofertada (un centenar de plazas) y el alcalde de Soto del Barco, Jaime Menéndez Corrales, especificó que esos matriculados ya dan para tener cubiertas, a su vez, la mitad de las plazas en régimen interno, las que incluyen pernoctación en un complejo turístico del concejo. El plazo de inscripción sigue abierto hasta el 30 de junio.
“Entre otras, hemos recibido solicitudes de asistencia provenientes de Toledo, Granada, Colombia y hasta Japón. Tenemos motivos para estar contentos de la acogida que ha tenido el curso”, reseñó Tarrio. Igualmente contento al Alcalde –un reconocido melómano–, en su caso por partida doble porque se congratula del éxito de la oferta formativa en el ámbito de la música clásica, pero no menos del estímulo turístico que el curso puede suponer para su concejo: “No dudé en ningún momento de apoyar este proyecto por el impacto positivo que va a tener en el concejo y en la comarca del Bajo Nalón”.
Vocación nacional
Como ya ha informado este diario, el primer curso de verano de música clásica en Soto del Barco nace con vocación nacional, tanto por la diversa procedencia del profesorado como porque va dirigido a alumnos de toda España. Se impartirán trece especialidades musicales y la nómina de docentes estará compuesta por quince reconocidos músicos entre los que destacan el cellista Alexander Osokin –ex miembro y fundador de “Los Virtuosos de Moscú”–, la pianista avilesina Noelia Rodiles, la violinista de origen armenio Tatevik Khachatryan, Miguel Bernal, el titular de la cátedra de Órgano del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid; o el trompista asturiano Jorge Monte de Fez, reclamado habitualmente por el director de orquesta Daniel Baremboin para participar en sus proyectos.
“Todos los profesores son músicos de primer nivel, tienen prestigio internacional y están avalados por una sólida trayectoria profesional, ya sea por su faceta docente o su pertenencia a reputadas agrupaciones musicales”, destaca la organización del curso.
Apartado lúdico
Más allá del plano formativo, el curso de música clásica de Soto del Barco ha sido concebido como un escaparate desde el que promocionar la cultura de forma gratuita: habrá cuatro conciertos dos de profesores en la iglesia de Soto del Barco (con órgano) y en el centro cultural Clarín de la capital del concejo y otros tantos de alumnos en la iglesia de La Arena, más varios recitales informales en lugares al aire libre aún sin decidir. “Sin duda, Soto del Barco va sonar muy bien durante esa semana”, prometió Daniel Tarrio.
“El curso es una gran oportunidad para el crecimiento musical de los alumnos inscritos, dado que pocas alternativas existen no ya en Asturias sino en el conjunto de España como la que se va a poner en marcha este verano en Soto del Barco”, manifestó el director de proyecto.
