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Avilés es un “claro ejemplo” de ciudad saludable, según los parámetros de la OMS

La investigadora Sara Darias-Curvo advierte que la promoción de la salud “es una herramienta fundamental para reducir las desigualdades”

Paseo de la ría de Avilés, en una imagen de archivo. MIKI LOPEZ

Avilés es un claro ejemplo de ciudad saludable para la Organización Mundial de la Salud (OMS), según afirmó ayer Sara Darias-Curvo, investigadora de la Oficina para la Inversión y Desarrollo del organismo internacional, durante su conferencia inaugural del VI Congreso internacional de promoción de la salud organizado por el equipo de investigación en promoción de la salud de la Universidad de Oviedo (PRECAM) y el Instituto de investigación sanitaria del Principado (ISPA).

Darias-Curvo, que llegó a la ciudad el jueves, aseguró que tras décadas sin haber visitado la villa se quedó sorprendida porque “no la reconocía”. “Avilés tiene espacios maravillosos que inciden en la salud”, añadió la también profesora en la Universidad de La Laguna, en Tenerife. Y es que, según explicó, la promoción de la salud “es una herramienta fundamental para reducir las desigualdades e integrarlas dentro de lo que serían todos los planes de sostenibilidad”.

La ponencia de la investigadora, titulada “La promoción de la salud: elemento clave para el bienestar, equidad y desarrollo sostenible”, se centró en un estudio realizado por la OMS para conocer con datos empíricos qué estratos de la población se quedan atrás, qué factores les impiden mejorar en su salud, cómo se puede cerrar esa brecha y porqué es importante actuar para el conjunto de la sociedad.

Un dato significativo es la esperanza de vida, que es menor cuanto más periférico es el territorio que se analiza. Por ejemplo, la media en Europa es de 82 años en el caso de las mujeres, y de 76 en el de los hombres. Pero en los países más periféricos puede descender entre 2 y 7 años en el caso femenino y de 3 hasta 15 en el de los varones.

Rafael Cofiño, exdirector general de Salud Pública del Principado, y Sara Darias-Curvo. INES ESCANDON

Las personas más vulnerables son la población infantil y la de mayor edad, y lo son aún más si viven en una situación de escasos ingresos, a lo que se añaden mayores dificultades para salir de esas circunstancias.

El estudio, realizado tras la pandemia por el covid-19, también reveló que el mayor número de personas afectadas en su salud mental eran las que se encontraban en la franja etaria de entre 18 y 29 años, las mujeres y mayores de 60 años. Es más, el 64% de la juventud está en riesgo de padecer depresión, y hay más riesgo de suicidio entre los hombres que entre las mujeres. Además, la población de edad más avanzada tiene mayores dificultades para afrontar sus gastos.

Las causas que retraen los avances en la mejoría de la salud, según explicó la investigadora de la OMS son, la desigualdad (10%), la inseguridad financiera y no llegar a fin de mes (35), la mala calidad de la vivienda y el entorno de residencia (29), la pérdida de confianza y la dificultad para acceder al nivel educativo (19) y tener un trabajo mal remunerado y las malas condiciones laborales (7%).

“Necesitamos establecer proyectos quçe generen igualdad de oportunidades y así reducir el factor riesgo. Es una responsabilidad social y tenemos que alinearnos con la realidad. Hay que cambiar el discurso estigmatizante de la pobreza e integrar los valores sociales en las políticas”, remarcó Sara Darias-Curvo. Añadió que “no tiene sentido” invertir en curar la enfermedad de una persona si después tiene que volver al mismo lugar donde la contrajo. Para ello, indicó la investigadora, es fundamental buscar soluciones compartidas entre todos aquellos colectivos implicados en las acciones que influyen en la salud, “y también implicar a las personas, que sientan que el sistema sanitario es parte de ella”. Eso sí, advirtió que “son objetivos a largo plazo”.

VI Congreso internacional de promoción de la salud que se celebra en Avilés, destacó que, por contra, PUMUO, el programa de la Universidad para las personas mayores, es todo un éxito desde su implantación. “Tiene que ver con que tenemos mucho público con hambre de formación y de cultura, y fue una idea feliz porque funciona muy bien en todos los sitios donde se desarrolla”.

La Universidad busca alternativa a los cursos de verano

El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, aseguró ayer que la falta de cursos de verano de la institución académica en Avilés este año se debe a la carencia de propuestas, no a una decisión de la cúpula de la Universidad. Y añadió que se tratará de desarrollar en la ciudad alguna iniciativa para compensar. “Estos cursos siempre surgen a iniciativa de profesores, pero estamos notando que el número es inferior al de años anteriores. Nos falta ritmo. Es lo que yo llamo la resaca postpandemia”, señaló Villaverde. El Rector negó que “Avilés esté en peligro de los recursos, para nada”, remarcó. Y añadió que “lo que vamos es tratar de traer alguna actividad para cubrir ese vacío”. Ignacio Villaverde, que inauguró el

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