Ángel Jiménez García lleva 38 años al frente de la hamburguesería «Number One», un emblemático local de Piedras Blancas. Tras las fiestas de la capital de Castrillón, traspasará su local por un problema de salud. «Cuando abrimos era una tienda de parqués», señala el hostelero, emocionado, tras casi cuatro décadas sirviendo platos combinados, vinos, refrescos, cafés y, sobre todo, hamburguesas. Es más, fue la primera hamburguesería de Piedras Blancas, quizá por eso lleva ese nombre que significa «número uno» en inglés. 

La plantilla del «Number One» llegó a tener diecisiete empleados y ha servido a «mucha gente joven que ahora ya viene con sus hijos». «Cada hora tiene su clientela», afirma mientras un grupo de clientes de los de todos los días se toma un vaso de vino en las mesas típicas de la hamburguesería. 

Jiménez García ha dado la noticia a algunos clientes. «A muchos les da pena», comenta con ojos llorosos y tras la barra, como aquel día que abrió por primera vez las puertas de su local en 1984, evidentemente, sin pensar en que su negocio se convertiría con el paso de los años en un negocio «de los que se recuerdan». 

«Desde siempre tuve a clientesfijo de Avilés, de Soto del Barco, Salinas...» y por supuesto, de Piedras Blancas, indica el hostelero castrillonense. A mediodía, estaba a tope, como muchas tardes en las que jóvenes y no tan jóvenes se acercaban al local para degustar uno de sus platos estrella, la hamburguesa.