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Esther rodríguez | Psicóloga y coordiandora de la Asociación para la Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP)

"Lleva tiempo recuperar a la mujer prostituida"

"La pandemia sacó un poco lo peor de todos los colectivos; a las víctimas de explotación sexual las puso en una situación de gran vulnerabilidad"

Esther Rodríguez. | Lne

La prostitución es muy simple: "Consiste en sexo entre dos personas: una que quiere y la otra que no", definió Esther Rodríguez, la psicóloga y coordinadora de APRAMP (Asociación para la Prevención Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida), que impartió ayer en Avilés una charla sobre "La trata con fines de explotación sexual: la esclavitud del siglo XXI." De acuerdo a los datos proporcionados por la ponente, Naciones Unidas expone que "España es el primer país europeo en el que más hombres pagan por tener sexo. Quedando en tercera posición a nivel mundial por debajo de Tailandia y Puerto Rico." Para profundizar en la definición del "trabajo sexual", Rodríguez se apoyó de la autora Rosa Cobo: "La prostitución se alimenta de mujeres con pocos recursos materiales y culturales que son expulsados de sus hogares, de sus entornos sociales, y también de sus propias expectativas de vida". Durante la ponencia, Rodríguez, presentó las diferentes posturas legales que existen respecto a este sector, haciendo distinción entre el reglamentarismo, el prohibicionismo y el abolicionismo. También marcó las diferencias entre el tráfico ilegal y la trata de personas. Y cómo sería el proceso de captación de una de las chicas de estas mafias. Entre las técnicas más empleadas en países como Rumanía, está la del "lover boy": "Un chico joven y apuesto que las enamorara. Comienzan a construir un proyecto de vida juntos y las engaña a través de los planes de futuro para que abandonen el país".

– ¿Cómo se convirtió en coordinadora de la APRAMP?

–Yo empecé en APRAMP como educadora, muy alejada de mi formación universitaria. No obstante, las personas a las que atendemos tienen una necesidad de atención psicológica muy grande, así que, poco a poco, fui desempeñando cada vez más mi función de psicóloga hasta convertirme en coordinadora del grupo de trabajo.

–¿Cuáles son las funciones principales de la asociación?

–Proporcionamos atención integral a las mujeres que se encuentran en contextos de prostitución y/o víctimas de trata con fines de explotación. Prestamos servicios en todas las áreas: social, sanitaria, jurídica, psicológica, formativa y laboral. Además de impartir talleres de sensibilización para comentar a la ciudadanía esta gran violación de derechos humanos que sufren las mujeres.

–¿En qué condiciones de salud mental se encuentran quienes han sido víctimas de explotación sexual?

–Las que han sido víctimas de trata han sufrido violencia en estado extremo, tanto física como psíquica, entonces todas tienen estrés postraumático que nos lleva tiempo que se recuperen. Además, la mayoría al ser inmigrantes carecen de un entorno social o desconocen el idioma.

–¿Acuden también a los clubs de alterne?

–Por supuesto. Ese es uno de los programas y el más fundamental desde la asociación. Nosotros vamos a los clubes y a los pisos de contacto, es una manera proactiva de localizar espacios donde hay explotación e indicios de víctima de trata.

–¿Encuentran dificultades para acceder a estos locales?

–Sí. Nos ponen muchos inconvenientes y no podemos entrar tampoco a todos los sitios a los que querríamos.

–¿Se ha detectado alguna red de trata de blancas de las ucranianas a causa de la migración por las condiciones de su país de origen?

–Nosotros aquí en Asturias no hemos detectado nada, pero otras compañeras de otras comunidades autónomas afirman que parece haber indicios en algunas de las mujeres.

–¿Cómo afectó la pandemia a la asociación?

–La pandemia sacó un poco lo peor de todos los colectivos. Nuestras mujeres, que en palabras de la fundadora, son “las excluídas de la exclusión” las puso en una gran vulnerabilidad. Los clubs estaban cerrados y las chicas no podían pagar sus deudas sin desempeñar el ´ejercicio´ al estar cerrados los clubes.

–¿Cómo llegan las chicas a APRAMP?

–Puede ser a través de Unidad Móvil, un programa de acercamiento a los lugares donde se ejerce prostitución o derivados de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, de otras ONGs, juzgados, trabajadoras sociales y ministros de salud, entre otros.

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