Corrosión de metales, averías en constante aumento, deterioro de hormigones, trozos de tejado que se desprenden, maquinaria al límite de su vida útil... Este es el panorama que describen los trabajadores de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Maqua –una veintena de personas– y que el delegado de personal de CC OO, Ignacio Pla, resume en una frase: "La depuradora se nos cae encima".
El representante de la plantilla de la depuradora que trata las aguas residuales e industriales de la comarca de Avilés sale a la palestra a raíz de la visita a las instalaciones de la viceconsejera de Medio Ambiente del Principado, Nieves Roqueñí, quien anunció la inversión urgente de un millón de euros para sustituir cinco de las seis bombas que elevan el agua a tratar a la superficie; se trata de máquinas que por averías sucesivas y antigüedad, ya no son fiables y hacen temer un colapso de la depuradora.
"No solo hay riesgo de que la depuradora quede inoperativa por fallo de las bombas, cosa que es cierta, sino que esa situación podría producirse por colapso de otros sistemas que también están en mal estado o al límite", alerta Ignacio Pla. La consecuencia que tendría la paralización de la depuradora haría a los avilesinos "retroceder en el tiempo", según asegura con gravedad el sindicalista: "El deterioro ambiental, y por tanto de la salud de la población, nos llevaría a la época en la que se podía caminar sobre la ría, cuando el estuario y su entorno era un sumidero de proporciones industriales".
CC OO insta la puesta en marcha urgente de cuantas medidas convenga adoptar para evitar males mayores en la depuradora, y muy especialmente apunta a la responsabilidad del Gobierno central en esta materia: "Hay que retomar definitivamente y cuanto antes el proyecto de ampliación de la depuradora para que se ejecute en el plazo más breve posible; Asturias no se merece este despropósito".
El portavoz de la plantilla asegura que para los trabajadores es "desmoralizante" su realidad laboral: "Vemos, percibimos y sufrimos que la planta no funciona como debiera. Durante años hemos sido testigos –y denunciantes– de un deterioro que llega a afectar a nuestras condiciones ambientales de trabajo. Si la depuradora sigue funcionando hoy en día es, sin duda, por la labor que lleva a cabo a diario la plantilla".
Pla admite que "desde las instituciones del Principado se han hecho en años pasados actuaciones muy importantes y cuantiosas cuando se necesitaron" pero destaca que "estamos en un punto de inflexión a partir del cual o se toman medidas de gran escala o en breve empezarán a dejar de dar servicio diferentes partes del proceso de depuración".
Esas ansiadas "medidas" se incluyen en el proyecto de 39,4 millones cuya adjudicación suspendió la Dirección General del Agua en septiembre de 2021 al detectar problemas jurídicos con los terrenos, en concreto el hecho de haberse edificado la EDAR en terrenos de dominio público marítimo terrestre sin que conste ningún título habilitante.
