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La hostelería avilesina aplaude el formato festivo de San Agustín, más popular que nunca

Los dueños de bares y restaurantes respaldan el adelanto de los fuegos, pero discrepan de hacerlo este año que el día grande cae en domingo

Ambiente en una pasada verbena. RICARDO SOLIS

El área municipal de Festejos de Avilés parece haber dado en el clavo con su oferta para las fiestas de San Agustín de este año, al menos en lo que respecta a satisfacer las expectativas de la hostelería, posiblemente el sector que más beneficios saca de la presencia de gente en las calles durante el mes de agosto. La impresión generalizada de los empresarios consultados por este diario es positiva y en algunos casos, incluso abiertamente entusiasta. Y eso que, como recalcó la concejal Yolanda Alonso, "es un programa festivo realizado con un presupuesto muy limitado [unos 250.000 euros], tanto que es el mismo que había en los tiempos de la concejal Rosa Serrano [hace dos décadas]".

Cuatro son los principales cambios, obligados o no, introducidos en el programa de fiestas de San Agustín para 2022: vuelven dos citas clásicas ahora que el covid lo permite –el mercado medieval y el concurso de ganados–, se renuncia a organizar conciertos de pago y a traer artistas afamados reforzando a cambio las verbenas con orquestas de tirón contrastado, se insiste en el formato de máxima dispersión de fechas y escenarios para las actividades programadas– –en concreto habrá hasta once localizacions festivas diferentes– y se adelanta un día el lanzamiento de los fuegos artificiales, de modo que será el día 27 de agosto en vez del día grande, el 28.

"No creo que haya que traer a grandes artistas consagrados para que la gente lo pase bien, eso se puede conseguir con verbenas; soy de la opinión de que cuanto más se repartan las actividades por el caso urbano, mejor para todos; y el adelanto de los fuegos es un acierto, pero el año elegido para implantarlo, un error", manifiesta Rafael Bonilla, vocal de hostelería de la Unión de Comerciantes (Ucayc). Sus palabras condensan, matices al margen, la opinión general del sector hostelero, hasta en la objeción relativa al adelanto del día en que se tiran los fuegos artificiales

"Hace años que venimos pidiendo adelantar la noche de los fuegos para que al día siguiente sea festivo y la gente pueda alargar la velada después de ver el espectáculo pirotécnico. Pero hacerlo este año que San Agustín cae un domingo es absurdo: el sábado la gente va a salir igual, con fuegos o sin ellos. Pero al menos, Festejos ha sido receptivo a un sentir del sector y cabe esperar que mantenga la fórmula para próximos años en que San Agustín caiga en otro día de la semana", declara el hostelero Miguel Villabrille.

La representante de la patronal Otea en Avilés, María José Díaz Modino, aplaude especialmente la dispersión de actividades en varios escenarios y se congratula de la "centralización" de las mismas: "Poner los caballitos o las atracciones feriales en las afueras, como hicieron algunos años, se demostró que es una equivocación. Nunca tanta gente se subió a la noria como cuando la pusieron en Las Meanas".

Con su "larga experiencia de 34 años" en el oficio, el hostelero Mario Fernández Sampedro aplaude la decisión de "elevar el nivel de las verbenas" con orquestas que mueven masas como "París de Noia", "Tekila" o "Assia". En su opinión, "aunque las comparaciones sean odiosas basta ver el éxito festivo que logra Piedras Blancas con un formato bien simple: verbenas multitudinarias con grandes orquestas". Fernández Sampedro cree que ahora que Avilés organiza conciertos de pago en cualquier fecha del año "las fiestas deben tener un carácter popular, y para eso lo mejor es programar verbenas".

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