El Festival Longboard de Salinas no podrá celebrar este año su edición número 20, después de que se detectaran numerosas deficiencias en la documentación técnica, especialmente en materia de seguridad, y que la pasada semana se instase a la organización a corregirlas, según manifestaron desde el Ayuntamiento de Castrillón. "El personal municipal ha trabajado contrarreloj en los últimos días para garantizar la celebración del certamen a pesar del escaso margen de tiempo con el que este año se presentó la documentación y los numerosos errores que había que subsanar. Después de agotar todos los plazos para solventar estas deficiencias, finalmente no se ha concedido la autorización al certamen al entenderse que no se puede llevar a cabo garantizando la seguridad a asistentes, trabajadores y trabajadoras y población de Salinas", destacaron.

Según apuntaron desde el Ayuntamiento, la organización del certamen fue requerida para la subsanación de distintos errores en la documentación presentada con fecha 19 de julio, que obtuvo un informe desfavorable por parte de la Oficina Técnica municipal por “generar situaciones de riesgo para las personas y bienes e incumplir la normativa aplicable en materia de seguridad”. La presentación de la última memoria técnica, en la que tendrían que haber estado resueltos estos problemas, tuvo lugar pasados 30 minutos de la medianoche del lunes al martes.

Entre otras irregularidades, el seguro de responsabilidad civil contratado por la organización para la celebración del certamen no contaba con la cobertura necesaria. La póliza de dicho seguro se refería exclusivamente a los elementos que se fueran a instalar en el paseo de la playa de Salinas y no hacía referencia al resto de zonas ocupadas habitualmente por el Longboard. Además, se trataba de un seguro para dar cobertura a eventos para una asistencia de hasta 50 personas, muy por debajo del necesario para el festival, con un aforo estimado de 4.215 personas.

En la documentación aportada tampoco constaban los medios de asistencia y emergencias necesarios. Capitanía Marítima establece que la organización ha de disponer de una embarcación propia para labores de salvamento y auxilio por cada 20 participantes en el agua, además de apoyo médico en tierra, medios de evacuación para hacer frente a posibles accidentes y la recomendación de contar con al menos una ambulancia.

En cuanto al personal de seguridad y de control de accesos, la dotación contemplada en la memoria estaba formada por seis vigilantes, que tendrían que estar operativos en las horas de funcionamiento de todas las áreas del festival (aproximadamente desde el mediodía hasta la medianoche). En el contrato de seguridad aportado, firmado con la empresa Astur-Control, no se garantizaba la presencia de los seis vigilantes durante la franja horaria de simultaneidad de actividades, llegando a prever que solo dos de ellos estuvieran operativos en algunos momentos.

En lo que respecta a la instalación del suministro eléctrico, el proyecto presentado con fecha 25 de julio no se corresponde con lo previsto en la memoria del día 26, en la que por ejemplo figura un grupo electrógeno para el escenario principal, instalación que no cuenta con certificado de instalación propio y que tendría que haber sido recogida en el proyecto eléctrico, en el que se preveía realizar una acometida desde la calle Palo Laloux.

La disposición de las food trucks, escenario y otros elementos del festival tampoco estaba exenta de irregularidades. Mientras la memoria se refería a la instalación de una única carpa de 30x15 metros la organización estaba ya instalando dos carpas, y ninguna de ellas se correspondía con las dimensiones de la descrita en la documentación. En esta zona, de una superficie aproximada de 4.300 metros cuadrados, en el extremo oeste de la calle Pablo Laloux en continuidad con Teodoro López Cuesta, se incluía en la memoria la colocación de un escenario en una zona de afectación de Costas para la que no consta la autorización pertinente. Para esta misma zona, la organización preveía en la memoria la instalación de dos sidrerías para las que no se aportó documentación. Otro de los elementos, un contenedor que podría corresponder con el denominado Lightning Bolt, carece de documentación técnica y se había comenzado a instalar en una zona que invadía la servidumbre de protección del dominio público marítimo-terrestre.

En otra de las zonas previstas para la celebración del certamen, al este del skate park, se contempla la ubicación de un espacio de reunión en caso de emergencia para la evacuación del público. Dichos terrenos, sin embargo, estaban siendo ocupados para el estacionamiento con pernocta de autocaravanas, una actividad no descrita en la documentación aportada y que se simultaneaba con los trabajos de montaje, acopio de materiales y presencia de cuadros de luz. En esta zona ya se había instalado otro contenedor, destinado a uso hostelero y de unas dimensiones de 12x3 metros, para el que no se había aportado ningún tipo de documentación.

En el área del festival en el que estaba prevista la instalación de los patrocinadores del evento también se estaba procediendo a la instalación de tres carpas, que aparentemente iban a tener usos hosteleros y que ni figuraban en la memoria técnica ni se había aportado ninguna documentación sobre las mismas. Como ejemplo de otras deficiencias de menor importancia que también se detectaron, la documentación técnica de una carpa hexagonal de 15,5 metros de diámetro y 6 metros de altura que se iba a levantar en esta área fue presentada en alemán, siendo solo una de las que se presentó en idiomas no oficiales.

Por todo lo expuesto anteriormente y a pesar del trabajo desarrollado durante los últimos días para evitarlo, el informe emitido por la oficina técnica sobre la memoria vuelve a ser desfavorable, al considerar que en certamen “no reúne los requisitos legales y condiciones técnicas de seguridad necesarias para garantizar la seguridad y protección de personas y bienes y, en particular, de los participantes y del público asistente”.

Considerando la documentación aportada, el informe desfavorable y comprobada sobre el terreno la instalación de los distintos elementos, se resuelve no autorizar la celebración del Longboard 2022, decisión que se notifica tanto a la organización del certamen como a la Policía Local, Guardia Civil y Delegación de Gobierno, así como al área de Festejos y a la Oficina Técnica Municipal. Independientemente de esta resolución, se intentará salvar la prueba deportiva, para lo que durante el día de hoy se ha trabajado de manera conjunta con Costas, Capitanía Marítima y la Federación Española de Surf.

"Llevábamos dos años sin hacerlo, este año optamos por un formato más pequeño con una versión simplificada y nada, que supone un problema de seguridad para el municipio", señaló el organizador, Pepe Hevia, que añadió: "Presentamos la misma documentación que en las diecinueve ediciones anteriores, qué pasó este año".