La campaña de descuentos estivales en tiendas textiles y zapaterías avilesinas llega al ecuador de la promoción. Muchos comercios ya han colgado el cartel de "segundas rebajas", lo tienen todo al cincuenta por ciento de descuento o cuentan con un precio único para todas los artículos en oferta. No obstante, el balance de ventas es dispar y las causas de este tibio comportamiento de las rebajas, según los tenderos, son diversas.
“Este año la campaña ha venido floja, hay poco ambiente. Honestamente, desconozco la causa pero antes de la pandemia estaba todo mucho mejor; yo creo que la gente tiene miedo a gastar", afirma Mari Carmen Hernández, dueña de una tienda de ropa interior. Greta Fernández, con una tienda dedicada a prendas, vestidos y trajes para eventos y ceremonias, también habla de una clientela reacia a gastar: "Tenemos buenos precios y la gente no mira cinco euros por arriba o por debajo. Para nosotros, el mes anterior a los descuentos fue de mucha venta, aunque ahora está un poco estancado. Así y todo, confíamos en que las bodas de final de verano atraigan más clientela al local".
Por su parte, María Antonia Álvarez, cuyo establecimiento logró vender numerosos artículos de moda,antes de la llegada de las rebajas, sigue notando movimiento durante las mismas: "Va muy bien todo, aunque es cierto que la venta del calzado va más lenta. Además, la gente se animó a comprar durante la primavera y me quedó poca mercancía para el verano. Ahora todo está al cincuenta por ciento. Lo que más se vende: vestidos largos". Igual de bien, le funciona el negocio a Rocío Fernández, dependienta de un local de ropa para caballero. Fernández, asegura tener "trajín" en el establecimiento: "Lo que más se venden son americanas y camisas. Estamos muy satisfechos". Montse de la Cera, como estrategia de "marketing", ofrece todos los productos al mismo precio: "La ubicación céntrica y privilegiada que poseemos, el precio único que funciona bastante bien y los turistas son clave para nuestras ventas. Ahora, facturamos muy parecido a los tiempos anteriores a la pandemia".
Silvia González, al frente de una zapatería, habla de cierto estancamiento: "Solo el verano en que finalizó el confinamiento notamos las ventas un poco más disparadas. Ahora, todo ha vuelto a la normalidad". Como producto estrella de las rebajas estivales, González señala las alpargatas.
