Que Avilés es una fiesta quedó de sobra demostrado en la inauguración del Mercado Medieval, que regresó este jueves a la Villa del Adelantado por San Agustín tras dos años en blanco por la pandemia. Buena parte de la Corporación, con la Alcaldesa al frente, participaron en el acto inaugural de la recreación del Mercado Franco de los Lunes, concedido por los Reyes Católicos a la Villa de Avilés en 1479. "Esta es una fórmula que se adecua muy bien a lo que es el casco histórico de Avilés. Hay mercados medievales en otras ciudades, pero realmente aquí encaja como anillo al dedo. Y es una fórmula muy participada por la ciudadanía", destacó la regidora Mariví Monteserín antes de comenzar el paseíllo por los puestos recién instalados.
Que el de Avilés es un mercado medieval especial lo corroboró Edgar Expósito, de Rivendel Mercados, empresa que por primera vez organiza la cita con el viaje al medievo avilesino: "Un mercado medieval sin el casco antiguo parecería una feria, da un ambiente muy natural y es lo mejor que tiene Avilés. Invito a la gente a venir a disfrutar de él".
Monteserín y la concejala de Festejos miran estos días con los dedos cruzados hacia el cielo y consultan de forma reiterada su teléfono móvil para seguir la previsión del tiempo. "Estamos pendientes de la lluvia. Parece que hoy (por ayer) y mañana (por hoy) tendremos claros, nubes y lluvias, pero el fin de semana despejará. Esperamos que el mayor número de personas puedan celebrar y disfrutar las fiestas lo más posible", subrayó la regidora.
Más de 120 puestos conforman en esta edición el Mercado Medieval de Avilés pese a que la previsión de lluvia ha provocado alguna baja de última hora. Hasta el próximo domingo, día grande de San Agustín, puestos de artesanía, alimentación y restauración toman el núcleo de la villa medieval, engalanado con estandartes, banderas y escudos heráldicos: La Ferrería, El Sol, Jovellanos, Las Alas, Los Alfolíes, San Bernardo, La Fruta y las plazas de Alfonso VI, Carlos Lobo y Camposagrado.
El mercado permanece abierto de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 24.00 horas y la oferta incluye 22 espectáculos diarios, con música, danza, personajes mitológicos, malabares, acrobacias y un largo etcétera. La plaza de Alfonso VI volverá a acoger la zona infantil. Los más pequeños encontrarán en ella juegos tradicionales, atracciones de fabricación artesana y también cuentacuentos, títeres y otros espectáculos de animación.
El orbayu deslució la jornada inaugural, que la formación Ucin aprovechó para lanzar una petición: que el mercado medieval se amplíe en próximas ediciones a otras zonas del casco histórico, como Galiana o Rivero, "calles singulares con soportales que permitirían a los artesanos protegerse de la lluvia".
