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Generación AVLS

Alejandra Prieto, la artista avilesina que se empapa en Tokio

Profesora de interpretación y creadora escénica, investiga en Japón para su tesis doctoral: "De este país me vuelve loca su sentido estético y su amabilidad"

Alejandra Prieto, en uno de los templos del distrito de Shinjuku, en Japón.

Alejandra Prieto (Avilés, 1973) lleva haciendo maletas desde que allá por la década de 1990 decidió licenciarse en Periodismo en Madrid. Lo de "mamá, quiero ser artista" lo venía barruntando la alumna del Paula Frassinetti y del Menéndez Pidal desde hacía tiempo atrás, pero fue una vez licenciada cuando se decidió a dar el salto hacia su verdadera pasión: la interpretación. De la facultad de Ciencias de la Información pasó al estudio madrileño Juan Carlos Corazza, y en 2005 cruzó el charco gracias a una beca "fulbright" para estudiar en Estados Unidos dirección de teatro. Cursó un máster en Sarah Lawrence College (Nueva York) y después trabajó tres años con la compañía británica Blind Summit Theatre. En Londres, además, montó la compañía de teatro de la que es socia fundadora (Winged Cranes). Profesora de Interpretación y creadora escénica ("freelance"), trabaja como directora en diversos ámbitos (teatro, ópera...). Ahora se encuentra en el lejano oriente. Está investigando sobre el teatro japonés para su tesis doctoral y Tokio será su ciudad hasta final de año.

Prieto, la menor de dos hermanas, ya soñaba en su infancia en el Paula Frassinetti en recorrer el mundo, viajar y hacer entrevistas, conocer otros países y culturas. Eso le llevó al Periodismo, pero en las venas le corría sangre de artista. Se tropezó con el teatro en la Universidad y una cosa fue llevando a la otra, hasta llegar a Japón.

"Madrid se me antojaba una meca para abrirme al mundo. Tras varios años allí, me di cuenta de que estaba estancada. Como actriz había hecho ya cosas, pero me daba cuenta de las dificultades en el día a día y tenía más inquietudes", explica. Porque la avilesina quería hacer sus propias propuestas artísticas, dirigir, crear, escribir...

"A pesar de estar en la capital, era complicado, en los clásicos castings el ‘no’ era la respuesta más escuchada, aunque hacía teatro con una compañía y funcionaba bastante bien. Pero yo quería hacer más cosas. Todavía era muy frecuente que si ‘actuabas’ la gente dudara de tus dotes como directora, o como escritora... España, en ese sentido, siempre es de encasillar mucho. Así que me di cuenta de que ya no podía sacarle más jugo a la capital, o que no podía avanzar más, y sobre todo tenía muchísimas ganas de conocer otras culturas, otras gentes, ver otros teatros, otras calidades artísticas... Quería empaparme de otras culturas, otras vidas... Y eso en España no iba a pasar", argumenta Alejandra Prieto.

Lo que peor llevó cuando hizo aquella primera maleta hacia una nueva vida en Madrid fue "la sensación de que una etapa se cerraba, que esos años ya no iban a volver, el hecho de dejar la tribu e ir a un lugar donde no conocía a nadie".

Pero hace años luz de aquello y la maleta está ahora llena de aprendizaje. Su actual experiencia nipona, dice, no podría resultar más enriquecedora: "Siendo mi tesis sobre teatro japonés ahora mismo estoy en la meca, pero por encima del estudio, que es lo que me ha traído aquí, descubres la forma de vida de los japoneses, tan diferente a la nuestra. Me fascina su respeto por la naturaleza y la tradición. Y al mismo tiempo, la rabiosa modernidad que hay en todo. Estando en la ciudad más grande del mundo en términos de población, tengo la sensación de moverme en un mar de gente en calma". De su último país de adopción se queda con "su amabilidad y su sentido estético". "La estética japonesa, su amor por los detalles, su gusto exquisito, me vuelve loca", asevera.

La avilesina sostiene que su tierra y su país no pueden darle ahora mismo las oportunidades laborales y profesionales que le brinda el extranjero. Y siente cierto pesar por esas puertas que se cierran en casa a la juventud, a tantos que hacen carrera fuera de Asturias y España. "Son sociedades muy cerradas a los cambios, les asusta lo nuevo, lo diferente... Y eso es algo que la juventud puede aportar a grandes dosis. En Estados Unidos descubrí que si tienes una buena idea, sabes venderla y muestras una prueba de ello (aunque sea un boceto), si les gusta, te van a apoyar. Les encanta lo nuevo. En España tienes que demostrar, casi siempre con títulos, que puedes hacer algo, no vale ver que tienes una buena idea, que sabes de qué hablas y desconfían mucho... Y luego si no tienes padrino... A veces tengo la sensación de que fastidia que seas joven (ya no es mi caso), que tengas buenas ideas, y lo que hacen es hundirte o darte de lado", opina.

Desde la lejanía sigue viendo en Asturias "un lugar maravilloso". "Ahí el tiempo pasa un poco más lento (es mi percepción) y cuesta mucho abrazar lo nuevo y lo diferente. Asturias, por otro lado, es la región más bonita y acogedora de España, pero la autonomía se potencia poco a nivel cultural. Debería haber políticamente una Asturias mucho más fuerte", considera.

A su Avilés y a su gente regresa Alejandra Prieto "más bien poco, en vacaciones y no siempre". Pero la puerta al retorno nunca está cerrada: "Siempre vuelvo a España y volveré".

Alejandra Prieto (Avilés, 1972) se licenció en Periodismo, estudió Interpretación y en 2005 obtuvo una beca fulbright que le permitió hacer un máster en Sarah Lawrence College (Nueva York). Trabajó tres años en Londres con la compañía británica Blind Summit Theatre. Es profesora de Interpretación y creadora escénica.

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