Una fuga de gas de "enormes proporciones" en el entorno de la "fuentona" recién instalada en la glorieta de la avenida de La Constitución –la que antes estaba en la plaza Pedro Menéndez–, donde también confluye la avenida de Alemania, provocó ayer una situación de emergencia que obligó a acordonar la zona e impidió la entrada y salida de los vecinos de los inmuebles del entorno, además de cerrar los negocios.

La dificultad para localizar y cerrar la llave de paso de la tubería en la que se produjo el "pinchazo", llevó incluso a que los servicios de emergencia se planteasen solicitar el corte de suministro de gas a toda la ciudad, aunque finalmente no fue necesario. Eso sí, los edificios, restaurantes y bares de la zona, incluidos los del casco histórico de Sabugo, estuvieron varias horas sin servicio.

La alarma saltó pocos minutos después de las 11.00 horas. El Centro de Coordinación de Emergencia recibió una llamada a las 11.13 en la que se indicaba que se había producido un escape de gas en Avilés por la rotura de una tubería en una obra. También se informaba de que no había personas afectadas, por lo que no era necesario movilizar servicios medicalizados.

Los organismos oficiales no explicaron cuál había sido la causa de la avería, aunque distintas fuentes apuntaban a que una máquina excavadora que trabajaba en las inmediaciones de la fuente recién instalada había "picado" la tubería de gas. A escasos metros hay un edificio en construcción, y sus trabajadores fueron evacuados.

Las policías Local y Nacional acordonaron varios metros los alrededores de la fuente, y prohibieron la entrada y salida a las viviendas y garajes, además de a los comercios del entorno. La mayor problemática se produjo después de las 13.00 horas, al coincidir los cortes de parte de las avenidas de Alemania, La Constitución y su prolongación hacia Pruneda con la hora de salida de los centros escolares, al ser todas ellas zonas de paso para colegios e institutos, además de los autobuses que utiliza el alumnado de varios centros formativos de la ciudad. Todo el tráfico tuvo que ser desviado por el centro de Avilés, hacia Las Meanas, lo que provocó un colapso circulatorio importante a esa hora.

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En imágenes: fuga de gas en Avilés M. Villamuza

La concentración de gas

El tiempo pasaba para desesperación de los afectados, y el ruido del escape de gas se volvía por momentos atronador. El Servicio de Emergencia del Principado (Sepa) movilizó de inmediato a efectivos de los parques de bomberos de Avilés y de Pravia, que instalaron dos acortinadores de agua para mitigar el escape y evitar así que se pudiera producir una concentración de gas. Todo, mientras llegaban los técnicos de la compañía suministradora, a la que se dio aviso al mismo tiempo que se activaban los servicios de emergencia.

Según el Sepa, el jefe de zona de Bomberos de Asturias informó a las 12.31 de que ya se habían cerrado cuatro de las siete llaves de paso, por lo que se retiró parte del personal. A las 13.42, se comunicó que la fuga ya está cortada.

Distintas fuentes coincidieron en señalar que la tardanza en cortar el suministro se debió a que en esa zona hay un "entramado enorme de tuberías", y la dificultad estuvo en dar con la llave de paso de la que estaba afectada.

Una vez que se cortó esa llave de paso, cesó el ensordecedor ruido del escape, pero quedó gas residual en las tuberías, por lo que a continuación se realizaron mediciones y se pidió la colaboración para la ventilación de los edificios y negocios de la zona.

No fue hasta las 14.16 horas que se retiraron los cordones policiales que impedían el paso, tanto a pie como rodado, y se autorizó a los vecinos de los inmuebles que pudieran regresar a sus domicilios, tras comprobar con el explosímetro que el resultado de acumulación de gas era cero y no había riesgo alguno de deflagración.

Las labores de los bomberos, los operarios de la compañía de gas (Nortegas) y los agentes de las policías Local y Nacional fueron seguidas con atención por grupos de personas que se concentraban en las distintas calles acordonadas durante todo el tiempo en el que se prolongaron. Unos por simple curiosidad, se acercaban a ver qué pasaba, y al recibir información, decidían esperar, y otros porque no podían regresar a sus viviendas ni acceder a sus vehículos, aparcados en las inmediaciones.

Entre las personas que estuvieron en la avenida de Alemania se encontraba Manuel Campa, vicealcalde de Avilés y concejal responsable del Área de Desarrollo Urbano y Económico, que permaneció en el lugar del incidente durante las horas que se prolongaron las labores por parte de los servicios de emergencia, policiales y técnicos de la empresa del gas.

La tardanza en solucionar la avería provocó algunas situaciones un tanto desagradables entre ciudadanos que no podían superar el cordón policial y los agentes, que les explicaban que por seguridad no podían acceder ni salir de los edificios y debían permanecer a la espera. Los argumentos de algunos de los afectados eran variopintos. También fueron varias las personas que solicitaban información para llegar hasta los centros educativos ubicados en esa zona alta de la ciudad, y para lo que era necesario realizar un importante rodeo, tanto a pie como en cualquier vehículo.

Las labores para la reparación de la tubería se prolongaron unas horas durante la tarde. Entre la calzada y una de las aceras de la avenida de Alemania se podía ver un agujero de importantes dimensiones en el lugar donde la pala excavadora alcanzó la infraestructura que resultó dañada. También se convirtió en un punto de "interés" para residentes y personas con curiosidad, que se acercaban todo lo que podían para ver el origen de la alarma que les había mantenido en vilo durante toda la mañana. Otros, simplemente habían oído que había habido una fuga de gas causante del caos de tráfico que se produjo al mediodía, y también se acercaron "a ver qué pasó". Afortunadamente, no fue a mayores.