La sociedad propietaria de la manzana derruida el pasado año en Llano Ponte ha finalizado el procedimiento urbanístico para la obtención de la licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Avilés. El último trámite ha sido el visto bueno a la actuación por parte de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), un requisito previo a la obtención de la preceptiva licencia, puesto que el solar colinda con la línea férrea de interés general entre Villabona y San Juan de Nieva.
Como viene informando este periódico, el año pasado se desmontaron los cercados de piedra de los tres edificios que conformaban el conjunto arquitectónico de 1890 (se instalarán de nuevo en los inmuebles, una vez reconstruidos) y posteriormente se procedió a la demolición de la manzana, con fachadas a las calles Llano Ponte y El Muelle.
Las previsiones de la propiedad pasan por poder comenzar la obra, que durará algo más de un año, a principios de 2023. El proyecto básico que se presentó para la obtención de la licencia de obras contempla 16 viviendas que tendrán un doble uso.
En la planta baja está previsto habilitar viviendas de uso turístico de corta y media estancia con unas dimensiones de unos 40 metros cuadrados. En las plantas superiores se contemplan ocho viviendas de mayores dimensiones y la promotora aún está analizando si ponerlas a la venta o destinar la totalidad del edificio en régimen de alquiler, en este caso de larga estancia. También está proyectada una planta con garajes en el subsuelo, con una capacidad de 21 vehículos.
Como informó este periódico, el estallido de la pandemia conllevó un retraso en este proyecto inmobiliario. Las previsiones iniciales pasaban por haber comenzado la demolición en 2020 y construir después viviendas nuevas y sostenibles en aquella manzana en ruinas que ocupaba 2.000 metros cuadrados. Durante este tiempo se han producido cambios en el destino del inmueble y en la propiedad. En un principio estaba previsto destinar los bajos a locales comerciales, pero finalmente se ha decidid optar por la opción de los apartamentos turísticos.
Fuentes próximas a la propiedad han confirmado que el empresario asturmexicano Marcelino Álvarez González se ha incorporado recientemente al proyecto para desarrollar esta promoción de viviendas en alquiler, el mismo concepto de negocio que tiene entre manos para el edificio del Café Colón. Álvarez González ya había anunciado en una entrevista a este periódico su intención de seguir invirtiendo en Avilés y, según las fuentes consultadas, tiene entra manos más operaciones de este tipo en la ciudad.
Este proyecto constructivo está llamado a acabar con una de las últimas caries de la fachada marítima, que en los últimos años ha cambiado la estética de la mano del plan de rehabilitación de fachadas. Los inmuebles demolidos, vecinos del centro de salud de Llano Ponte, estaban catalogados, de ahí que los promotores estén obligados a mantener en la nueva edificación la misma configuración que tenían los edificios originales, de finales del siglo XIX.
