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La digitalización permite a Saint-Gobain acortar el tiempo de parada de líneas

El Club de Calidad del Principado incluye a la multinacional en la selección regional de empresas con buenas prácticas tecnológicas

David Pérez, responsable de seguridad informática de Saint-Gobain.

La imagen más visual del avance que ha introducido Saint-Gobain en su modus operandi para controlar de forma remota y en tiempo real los flujos de trabajo en su fábrica de Avilés es la de un cerebro que recibe decena de datos por minuto, los procesa y toma decisiones pertinentes. El símil del cerebro lo usa incluso David Pérez, el responsable del departamento de Informática que ha desarrollado un sistema capaz de visualizar y gestionar varios sistemas independientes de control automatizado de diversas áreas de una fábrica. Una sola aplicación para simplificar la operativa y con resultados óptimos, a tenor de lo que manifiesta Pérez: se ha logrado minimizar los tiempos de parada de las líneas, lo cual genera beneficios en forma de optimización del tiempo, reducción de costes y ahorros energéticos, entre otros. "El sistema lleva poco tiempo en servicio, pero creemos que dará mucho rendimiento económico a medio y largo plazo", sostiene el experto en informática.

David Pérez relató ayer el trabajo llevado a cabo en Saint-Gobain para la mejora tecnológica por la vía de la digitalización en el marco de una jornada que organizó en la propia fábrica avilesina el Club de Calidad de Asturias, que tiene a la compañía vidriera en su listado de empresas regionales destacadas por la puesta en valor de buenas prácticas y casos de éxito, como la citada integración en una sola herramienta de los sistemas de control de producción dentro de una factoría como la avilesina.

David Pérez explicó que Saint-Gobain tiene en sus plantas, al igual que otras muchas industrias, sistemas de control automatizado de los procesos productivos. Pero con eso solo no basta: "Detectamos problemas a solucionar, como la falta de interconexión de los sistemas automatizados, la existencia de márgenes de mejora de los rendimientos, que la toma de decisiones no era todo lo óptima que podríamos desear..."

Los informáticos reflexionaron sobre la cuestión y se pusieron manos a la obra: crearon un equipo de trabajo, formaron al personal y le transmitieron que las novedades planteadas iban a facilitar su trabajo, implicaron a varios departamentos en el objetivo común de la digitalización, recabaron –y obtuvieron– el apoyo de la dirección de la compañía y pusieron el acento en la formación.

El resultado, según explicó el responsable del departamento de informática es un nuevo y único sistema de visualización y control de lo que ocurre dentro de la fábrica avilesina de Saint-Gobain, la automatización de todas las tareas de análisis de datos, el control de procesos que antes se daban por incontrolables y la ya citada minimización de los tiempos de parada. "Hemos dado un nuevo paso hacia la industria 4.0", sintetiza Pérez.

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