La sociedad Nueva Rula de Avilés, la principal plaza de venta de pescado fresco de Asturias y una de las más importantes del Norte de España, prevé cerrar el presente ejercicio con una cifra de facturación similar a la del año pasado: 46 millones de euros. Y eso pese a que las descargas y venta de pescad en sus instalaciones se quedará por debajo de las 18.000 toneladas del pasado ejercicio, posiblemente en unas 14.000. La explicación de que con menos pescado comercializado se obtengan los mismos rendimientos económicos que en 2021 es sencilla: el valor del producto ha aumentado durante los últimos meses, en unos casos por simple ajuste de la ley de oferta y demanda y en otros porque, al igual que otros sectores, la cadena de valor de la pesca repercute en sus eslabones el incremento del IPC y la carestía de la energía y los combustibles.
De todo esto informó ayer a los miembros del consejo de administración de Nueva Rula de Avilés el presidente del mismo, Santiago Rodríguez Vega, quien en declaraciones a este diario se mostró satisfecho de la marcha de la actividad en la lonja: "Para estar siendo un año tan complejo, en un sector ya complejo de por sí como es la pesca, los resultados previstos son positivos". Y adelantó, además, que la sociedad cerrará muy posiblemente con beneficios: "A fecha 30 de septiembre, la cuenta de pérdidas y ganancias arroja un saldo positivo de 380.000 euros".
Las razones por las que la rula de Avilés se va quedar este año por debajo de las cifras de pescado comercializado son diversas, pero una de las más destacadas es que falló la costera de la xarda (caballa), desarrollada en un escenario de conflictividad en el sector del transporte, súbito encarecimiento de los combustibles y comportamiento errático del pescado, lo que dificultó su captura.
En el consejo de administración se comunicó que la rula va a instalar un sistema de autoabastecimiento energético con plazas fotovoltaicas y que la Autoridad Portuaria –como ya informó este diario– afrontará una inversión de 600.000 euros para reparar, reponer y renovar equipamientos propios del muelle pesquero: argollas, escaleras, defensas...
El Puerto también ha dado luz verde a una inversión de unos 700.000 euros para acondicionar cuatro locales en las naves de la antigua rula al objeto de que puedan ubicarse en ellos empresas transformadoras de los productos de la mar.
