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Jambrina: "En la lucha contra el suicidio la apuesta es educar en la responsabilidad"

Hablar, escuchar y acompañar, las claves para atender a quienes se quieren quitar la vida, según los expertos reunidos por "Abrazos verdes"

Por la izquierda, Teresa Bobes, Alba López, Juan José Martínez Jambrina, Mar de Manuel y Angélica Rodríguez, en la tribuna durante su intervención, ayer, en el palacio de Valdecarzana. | María Fuentes

La inadecuada toma de decisiones está en un elevado porcentaje de suicidios. Por eso, se debe educar a los niños y a los adolescentes en la responsabilidad, para que aprendan a tomar las decisiones adecuadas.

Esta es una de las grandes apuestas que ayer defendió el psiquiatra Juan José Martínez Jambrina, director de salud mental del área sanitaria de Avilés y uno de los pioneros en España de la incorporación del tratamiento asertivo domiciliario en salud mental, durante su intervención en la jornada organizada por la asociación "Abrazos verdes" en Asturias con motivo del Día Mundial del Superviviente, celebrado en Avilés.

Se entiende por superviviente a aquellas personas que sobreviven a la muerte por suicidio de una persona próxima, de un familiar. "Abrazos verdes" es la primera asociación nacida en Asturias para prevenir el suicido y apoyar a allegados de personas afectadas.

Ayer organizó el acto "Supervivientes en duelo por suicidio", donde especialistas explicaron desde las señales que permiten detectar un aviso de suicidio hasta las distintas fases del duelo por las que pasan los supervivientes.

Y coincidieron en advertir de la necesidad de pedir ayuda a expertos, porque en un importante número de casos, los supervivientes pueden correr riesgo de convertirse en suicidas.

Hablar, escuchar, acompañar, son claves para intentar ayudar a la persona que se tiene instintos suicidas.

La psicóloga Mar de Manuel, experta en emergencias y especialista en prevención e intervención de la conducta suicida, explicó ante una abarrotada sala en el palacio de Valdecarzana, que en una parte importante de casos hay indicadores verbales, y no verbales que deben llamar la atención. Cuando alguien dice que se siente solo, que es una carga, o expresiones como "no voy a ser más un problema", o cuando pierde interés por sus aficiones, por su familia, o empieza a consumir alcohol y drogas, o de repente deja de estar angustiado y pasa a estar contento, o se empieza a desprender de cosas importantes, debe de consultarse con un especialista.

La psicóloga clínica Teresa Bobes señaló que en España se registran una media diaria de 10 suicidios, que dejan entre seis y diez supervivientes cada uno. A partir de ese momento la persona superviviente inicia un proceso que pasa por el shock emocional inicial, luego el dolor y la rabia, y por último la resolución, que es la aceptación de los hechos. "Se necesitan respuestas que no obtendrán a preguntas como por qué, surge la culpa, la vergüenza, la ira, la rabia, el miedo, el trauma, el estigma... El dolor de un superviviente al suicidio el similar al de un superviviente a un campo de concentración"., afirmó.

Angélica Rodríguez, coordinadora del área de Psicología Clínica del Colegio Oficial de Psicólogos de Asturias, alertó de que más del 40% de familiares de suicidas acaban convirtiendo el dolor en una patología psicológica. Por eso, remarcó que "hay que normalizar lo que sienten; sentir el dolor, la rabia, la ira, la culpa... es normal", señaló, y hay que tratarlo "con sintonización y empatía".

Las tres expertas insistieron en la necesidad de no juzgar, no señalar con el dedo, porque la persona superviviente sentirá rechazo, abandono, vergüenza, abandono, soledad. "Hay que acabar con el estigma del suicidio", remarcaron.

Juan José Martínez Jambrina explicó a grandes rasgos las tres "patas" del protocolo de atención al suicidio de Asturias: atención primaria, urgencias hospitalarias y los servicios de salud mental. Y añadió que "uno de los flecos que nos queda es la intervención con los supervivientes". Abogó por "eliminar" la palabra "culpa" y sustituirla por "sentido de responsabilidad, que es tener capacidad de adoptar decisiones óptimas. Esta es la gran apuesta que debemos hacer con niños y jóvenes", remarcó en la lucha contra los suicidios.

El testimonio de una víctima: "Es difícil entender a quien toma la decisión"

"Tenía 19 años cuando me intenté suicidar. Es difícil entender a quien toma esa decisión. No hay un por qué, hay que buscar más a fondo. Pero no juzgar, porque nadie sabe lo que pasa por la mente de otra persona". Este es el resumen de la historia personal de uno de los asistentes al acto celebrado ayer, quien pidió anonimato, pero señaló que se veía en la obligación moral de contarlo si podía ayudar.

También intervino el padre de un joven que se quitó la vida, quien relató que "se intentó suicidar, lo llevé al médico de familia, que lo derivó a psiquiatría, donde le dieron unas pastillas y me dijeron que lo vigilara 24 horas. Me duró 23", afirmó. "¿Cómo vamos a hablar con ellos si no sabemos? No sabemos qué decirles ni cómo", lamentó.

La experta Mar de Manuel incidió en que "se puede hablar directamente del suicidio, no hay que esconderlo. Pero sin añadir sufrimiento. Deben sentir que se les escucha, que están acompañados y ofrecerles buscar ayuda". Esto sirve cuando manifiestan señales que se debe aprender a detectar. Pero en un 40% de casos no hay indicios previos.

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