Se vende Alu Ibérica de La Coruña un 64 por ciento más barata que el pasado septiembre

El Fondo de Garantía Salarial acumula negativas a pagar las indemnizaciones a los trabajadores despedidos de la fábrica avilesina

Un camión en el interior de las instalaciones fabriles de Alu Ibérica en Avilés. | Mara Villamuza

Un camión en el interior de las instalaciones fabriles de Alu Ibérica en Avilés. | Mara Villamuza / Saúl Fernández

Saúl Fernández

Saúl Fernández

La fábrica de Alu Ibérica de La Coruña está a la venta, desde esta semana, a 45,1 millones de euros, un 64 por ciento más barato que el pasado septiembre, cuando los administradores concursales de la planta gallega abrieron el plazo de recepción de ofertas económicas por las instalaciones.

El proceso de venta se estructuró en tres fases. En la primera, el precio de la planta era igual a la mitad del valor de la unidad productiva (suelo e instalaciones), es decir, los administradores concursales de Agrela pedían 125 millones de euros. En la segunda fase el precio bajó a 75 millones y ahora es cuando se abre la tercera fase: 45,1 millones.

Sin ofertas

El paulatino descenso del precio se debe a que los administradores concursales de Galicia no recibieron ninguna oferta ni en el período reservado para la primera fase, ni para la segunda. La tercera está abierta hasta el 2 de marzo. Si ese día no hay una oferta encima de la mesa de los administradores concursales comenzará el período del troceo de la fábrica porque, aunque la intención de los responsables de la fábrica gallega es, como la de los administradores de la planta avilesina, "la venta en globo", van a seguir manteniendo la obligación de convertir en dinero cada una de las instalaciones, propiedades, elementos mobililiarios e inmobiliarios de la compañía.

La diferencia entre lo que está sucediendo en Galicia con lo que pasa en Asturias es que el juzgado de lo Mercantil que vigila el proceso de La Coruña aprobó el plan de liquidación varios meses antes que el magistrado asturiano.

Atender las deudas

La otra diferencia es que en Agrela se dispuso un plan en tres fases, cosa que no sucede en San Balandrán. La intención de los administradores de la fábrica avilesina es la misma que la de los gallegos: convertir en dinero las instalaciones que gerencian y asumir las deudas acumuladas. Pretenden que esto se consiga cobrando por la fábrica un precio igual a la suma de las cantidades no dispuestas a sus acreedores durante el período de tiempo en que la planta estuvo administrada por Víctor Rubén Domenech y su socia Alexandra Camacho, ambos, en la actualidad investigados por la Audiencia Nacional como presuntos responsables de una descapitalización encubierta de la planta.

Esta deuda está valorada en alrededor de 40 millones. Sin embargo, no es la única, Alu Ibérica Avilés tiene un pleito en la ciudad de Luxemburgo. La multinacional Traxys Group denunció a Alu Ibérica –cuando la gobernaban Domenech y Camacho– por haber incumplido un contrato de exclusividad firmado entre ambas sociedades. Traxys aportaba chatarra para fundir en Avilés y comercializaba los tochos que salían de este proceso industrial. Reclama 35 millones por daños y perjuicios. Si este pleito lo pierde Alu Ibérica Avilés, la deuda será de 75 millones.

Fogasa

Por otro lado, los extrabajadores de Alu Ibérica de Avilés siguen recibiendo negativas para cobrar sus indemnizaciones por parte del Fondo de Garantía Salarial, que es un organismo autónomo del Ministerio de Trabajo. Aduce que no pueden pagar porque hay un acuerdo con Alcoa homologado en el Supremo. Ese acuerdo no se ha ejecutado.

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