Los exitosos talleres de un músico avilesino en la residencia de mayores de Piedras Blancas

El músico Fran Carreño llega todos los miércoles a media mañana con su guitarra al hombro y, durante dos horas recorre las diferentes estancias de la residencia de mayores Fuente del Villar de Piedras Blancas, ofreciendo pequeños conciertos en los que los residentes le acogen con gran alegría, disfrutan y participan, la mayoría cantando y moviéndose. También la mayoría muestra su pesar cuando termina el ‘concierto’. "Clavelitos", "Desde Santurce a Bilbao", "Adiós con el corazón", "Angelitos negros"… canciones de siempre como habaneras y otros temas que reclaman los residentes, son los que interpreta Fran Carreño.

La música tiene efectos beneficiosos sobre la mente. Los expertos sostienen que la terapia musical, puede ayudar a mejorar la salud en general y también la mental. En la antigua Grecia ya se utilizaba la música como terapia para algunos males y, en la actualidad está demostrado que la musicoterapia es beneficiosa también para las personas mayores. La asociación de familiares de la residencia de mayores del ERA (Establecimientos residenciales para ancianos de Asturias) de Piedras Blancas ha promovido este curso, sesiones de musicoterapia en el centro a cargo del músico avilesino Fran Carreño.

"Es una actividad que antes de la pandemia organizaba el ERA. La asociación de familiares la hemos recuperado, empezamos el pasado mes de septiembre y seguiremos hasta junio. Pudimos organizar esta actividad gracias a una subvención que recibimos de la Fundación la Caixa. Estamos convencidos de que esta iniciativa les viene muy bien a casi todos los residentes, también a los que tiene deterioro cognitivo", señaló Lisi Valín, presidenta de la asociación de familiares.

"Esta actividad me gusta mucho. Acudo todos los miércoles, es estupendo y nos lo pasamos muy bien", dice Tere Saiz Rodríguez que se sabe las letras de memoria y lleva el ritmo de maravilla.

Carmen Fernández, Ester Noguera, Isolina García, Purificación Fernandez, Modesta Argüello, Adelina Feito y Josefa Sarguero forman el coro en otra de los miniconciertos. Cuando el músico llega a la sala lo acogen con aplausos y una alegría desbordada. Ellas se saben las canciones como el mejor de los intérpretes. Cuando Carreño entona "Ojos negros" aplauden y dicen a coro: "Esta nos encanta". Antes de que se lleva le piden un popurrí de temas asturianos, que también se saben.

"Tengo mucha empatía con las personas mayores, en mi casa siempre hubo una relación de respeto y cariño", explicó Fran Carreño. "Con la musicoterapia empecé hace años en el centro de mayores de La Luz, también participé en talleres en Luarca y otras localidades", señaló. "Las canciones son un recurso didáctico. Los residentes menos dependientes se saben muchos temas y me las aprendo para el repertorio de los miércoles", añadió.

Carreño afirma que la musicoterapia "refuerza la memoria y la tématica de las canciones también les aportan recuerdos, les refrescan la memoria". El músico se pasa dos horas todos los miércoles en la residencia de mayores de Piedras Blancas. "El concierto mínimo es de 20 minutos, dependiendo del público que sea más o menos dependiente. Con los más activos podemos estar juntos hasta tres cuartos de hora", dice. "A nivel personal esta experiencia es muy enriquecedora. Después de dos horas salgo de esta residencia totalmente satisfecho", concluye.

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