Los pescadores esperan una costera de xarda como las de antes de la pandemia

Los profesionales piden "cuotas dignas" para la caballa, equiparables a cántabros y vascos, en la semana previa al inicio de la campaña

La embarcación de la Guardia Civil que sirve para realizar labores de control en la campaña de xarda

La embarcación de la Guardia Civil que sirve para realizar labores de control en la campaña de xarda / Mara Villamuza

I. García

Embarcaciones del País Vasco ya han iniciado la costera más esperada de finales del invierno, la de la xarda. La especie todavía no ha entrado en los caladeros habituales del litoral asturiano. Los pescadores de la región confían en que la campaña que, presumiblemente, comenzará la próxima semana sea similar a los tiempos previos a la pandemia ya que en los últimos ejercicios apenas "picaba el anzuelo", cuestión que afectó a la gran mayoría de las embarcaciones de la flota asturiana.

Cada tripulante puede pescar 3.400 kilos, una cantidad mucho menor que la permitida a los otros pescadores del Cantábrico, a cántabros y vascos. Por eso, los asturianos demandan ampliar las cuotas y por extensión el tiempo de pesca. "Qué más quisiéramos que estar tres meses con la xarda y permitir descansar otros caladeros como el de merluza", defiende Salvador Fernández, patrón mayor de Cudillero. "Existe una gran incertidumbre con esta costera pero tiene que ser la mejor del año", señala el gerente de la rula de Avilés, Ramón Álvarez, que incide en que pese a todo, "depende de los bancos que haya" y de su ubicación, cuestión que motivará también la duración de la campaña "que suele durar unas tres semanas". "El mayor problema está para las embarcaciones de bajura, las de cerco no tuvieron ningún problema en esta costera durante los últimos años", añade.

Los profesiones aún no saben precisar la razón porque la que la caballa "no come" como lo hacía en los tiempos previos a la pandemia. "No sabemos si es por la carnada, porque el agua está fría, es un cóctel, habría que preguntar a la xarda porque no come el anzuelo", ironiza Álvarez. El pasado año participaron un total de 172 embarcaciones en Asturias.

El pescador pixueto Ramón Riesgo confirma esa situación, nada positiva para un sector que ya sufre lo suyo con cuotas "escasas" y bajos precios –"con un mercado tirado por los sueles", afirma el gerente de la rula–. "Confío en que este año nos vaya mucho mejor que el año pasado, que fue raro: si la caballa no entra al anzuelo tendremos que ir en dirección al este", apunta el pescador pixueto, quien considera además que "con una cuota digna", los profesionales "podían organizarse mejor" y ayudar a paliar las duras condiciones de pesca actuales además de permitir que otras especies críen con normalidad de cara a los próximos meses en otros caladeros.

La costera de la xarda es una de las dos grandes campañas anuales junto con la estival del bonito. Buena parte de los profesionales cruzan los dedos para que no haya sobresaltos y, al menos, puedan cubrir la "escasa cuota". "Esperemos que no siga la tendencia de los últimos años y volvamos a vivir aquellas costeras excepcionales que hubo hace años", insiste Salvador Fernández.

Disminuyen las descargas en enero y febrero

Las capturas de los dos primeros meses de 2023 y los ingresos obtenidos de la subasta han disminuido con respecto a enero y febrero del pasado ejercicio en la rula de Avilés. Esa situación tiene una explicación, según el gerente de la lonja, Ramón Álvarez: "Suelen ser los meses con menos actividad del año y posteriormente quedarán difuminados en el cómputo global del año.

Además durante el pasado enero, los pescadores faenaron pocos días por el mal tiempo y las corrientes, entre otros asuntos". Las descargas de 2023 durante el mes de enero sumaron un total de 481.459 kilos frente a los 627.504 del mismo período de 2022. Esas cifras trasladadas en dinero supusieron 549.213,62 euros menos, teniendo en cuenta que la facturación alcanzó los 2,5 millones de euros en 2022 y en 2023 fue de 2,03 millones.

Entre febrero de 2022 y el mes pasado, la rula de Avilés contabilizó 93.712,17 kilos menos, lo que derivó en una disminución en la facturación de 438.927,2 euros entre ambos meses. En total, desde el 1 al 28 de febrero de 2022, la rula movió 2,2 millones por los 728.523 kilos descargados y en el mismo período de este año la cifra fue de 1,8 millones de euros y 634.811 kilos.

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