El Menéndez vuelve al Femenino

El IES Ramón Menéndez Pidal cumple cincuenta años en su actual ubicación. Por aquel entonces, el centro era solo femenino y parte de las alumnas del curso 1972-1973, que fue el primero, visitaron ayer la exposición que repasa la historia del centro. "Acabo de rejuvenecer cincuenta años", afirma Carmen Menéndez mientras posa con sus compañeras de 3.º de Bachiller elemental que de aquella rondaban los doce años. Ahí estaba Blanca Muñiz, Maite Muñiz, Choni Muñiz que era la delegada de clase, Olga Ortega, Carmen Martín, Isabel López y Ana Villarón y todas sonreían. Aportaron libros de texto de la época, notas de Labores y la libreta de cocina. "Para mí, sería mejor que hubiéramos dado Tecnología, pero había labores", afirma Blanca Muñiz.

La muestra que repasa no solo la historia de los últimos 50 años del Menéndez sino desde su fundación en 1928 en Artes y Oficios puede verse hasta el 11 de abril en la sala de exposiciones. Escuela Superior de Arte. "En 1931, el Menéndez pasó a lo que hoy es el colegio Palacio Valdés y en 1968, el propio Menéndez Pidal avaló que el centro recibiera su nombre", explica la coordinadora de la muestra es Isabel Lorenzo, jefa del departamento de Geografía e Historia del centro además de hija, hermana y madre de alumnos del Menéndez.

El centro comenzó siendo exclusivamente femenino, algo impensable en la actualidad para un instituto público. "Comenzó sin muebles y hubo protestas en las calles", indica la coordinadora de la muestra. "Las asociaciones de padres del Carreño Miranda, que era el masculino, y del Menéndez se opusieron a que fueran mixtos en 1983, que fue cuando entraron los primeros chicos como mi hermano Manuel Antonio", afirma Lorenzo, mientras al fondo, dos cuadros, uno de Pidal y otro de los Reyes Juan Carlos I y Sofía, presiden la escena que, sin pretenderlo, repasa las mil y un leyes educativas, desde los bachilleres con reválida hasta el BUP, el COU hasta la ESO y la actual Lomloe.

También hay espacio para las mallas de gimnasia, un traje de judo y la chaqueta de un chándal de tonos rojizos. "Ese chándal daba un calor terrible, no había quien aguantara con él puesto", explica Carmen Menéndez, que mantiene la relación forjada con sus compañeras de clase de hace cincuenta primaveras. "Salimos a comer o a cenar, al menos, una vez al año", sostienen mientras posan con fotos que ellas mismas donaron para la exposición.

Una máquina de escribir, una grabadora y un pupitre, entre otros objetos, dan cuenta de los cambios vividos no solo en medio siglo a nivel general sino en particular en el mundo educativo. Un corazón desmontable aportado por el departamento de biología se entremezcla con boletines de notas, libretas e incluso un misal romano que coincidía con los tiempos en que una asignatura era Hogar y todavía coleaba la Sección femenina y sus trasnochadas maneras de entender el papel de la mujer.

Para la coordinadora de la muestra esa exposición es muy especial porque es el centro en el entró como alumna en 1976 y posteriormente, hizo las prácticas del Cap y en 1992 comenzó a dar sus primeras lecciones de Geografía e Historia. También ha pasado horas y horas buscando documentación para ilustrar una historia de más de medio siglo de educación del centro que ahora dirige Ana López.

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