Avilés incluye las palomas en el nuevo contrato de control de las aves urbanas

Se colocarán jaulas-trampa en los tejados y se emplearán redes en casos excepcionales de gran concentración

Palomas en una terraza del casco histórico de Avilés.

Palomas en una terraza del casco histórico de Avilés. / María Fuentes

Amaya P. Gión

Amaya P. Gión

El Ayuntamiento de Avilés ha sacado a licitación el control de aves en la ciudad para el periodo 2023-2025, un contrato que tiene como principal novedad el control de palomas, que hasta ahora estaba recogida como una mejora en los pliegos, y no como requerimiento. Como había adelantado este periódico, estaba en el ánimo del Consistorio reforzar la captura de palomas mediante redes para reducir su población, que a juicio de los hosteleros se ha convertido en "una plaga". El nuevo contrato incluye la colocación de jaulas-trama en los tejados así como el empleo de redes en casos excepcionales de gran concentración de palomas.

Se controlarán, así, las poblaciones de palomas, gaviotas y estorninos. El coste del contrato, que estará vigente hasta 2025, es de 101.640 euros y el plazo de presentación de ofertas permanecerá abierto hasta el 31 de marzo.

El contrato se divide en dos lotes: gaviotas y palomas (87.120 euros) y estorninos (14.520 euros). El control se realizará sobre la población de gaviotas con trabajos de control específicos en su épocas de reproducción (la campaña se iniciará en las próximas semanas, coincidiendo con la puesta de huevos), sobre las palomas durante todo el plazo de ejecución del contrato, y sobre la población de estorninos invernante en la ciudad. La empresa adjudicataria deberá contar con un biólogo colegiado, servicio de veterinario y técnicos especialistas en manejo de fauna para la realización de los trabajo de campo.

Por lo que respecta al control de palomas, aves que generan suciedad graves problemas a vecinos y hosteleros, el contrato establece la realización de un censo anual de la población existente en el casco urbano de Avilés en el que se registrará el tamaño de la población y su distribución, señalando aquellas zonas susceptibles de actuación en las que se recojan un número elevado de quejas reportadas por los vecinos. Al igual que con las gaviotas, los censos irán actualizándose en cada campaña y se tendrán en cuenta los avisos, quejas, y datos históricos sobre las molestias originadas por la población de palomas en la ciudad.

Palomas en una terraza de hostelería de la plaza del Carbayo.

Palomas en una terraza de hostelería de la plaza del Carbayo. / A. P. G.

En aquellos puntos donde la población sea más numerosa, se colocarán jaulas-trampa en los tejados. Las jaulas deben garantizar la estancia confortable de los animales capturados, que serán trasladados por el contratista (-por medios adecuados y homologados para el transporte de aves vivas) hacia un núcleo zoológico o palomar registrado y autorizado. En casos excepcionales de gran concentración de aves, en los que las jaulas no son efectivas, se podrá proceder al empleo de redes en tierra. Al final de cada temporada, el contratista deberá realizar un informe con los resultados obtenidos donde figure la distribución de las jaulas, el número de ejemplares capturados y la comparación con ediciones anteriores.

Gaviotas y estorninos

Respecto al control de gaviotas, se continuará la práctica de realizar un censo anual a lo largo del desarrollo de los trabajos de control de la población en cada temporada, en el que se registrarán el tamaño de la población y su distribución en el casco urbano.

El contrato contempla también la retirada de nidos y puestas en los tejados de acuerdo con el censo elaborado, los avistamientos realizados durante los trabajos y con los avisos realizados por los vecinos, ya que esta vía de colaboración es importante para el éxito del control. "Durante la campaña pasada se atendieron todas y cada una de las comunicaciones de residentes avisando de la presencia de aves en sus comunidades", aseguran fuentes municipales. La retirada de nidos de los tejados a afectos de que no se incremente la población, se realiza durante la temporada de cría.

La empresa adjudicataria también se hará cargo de la captura de los ejemplares adultos o crías que por alguna razón queden atrapados en los patios interiores.

Las previsiones son que los trabajos de campo se lleven a acabo durante los meses de puesta de las gaviotas y durante un mínimo de 12 semanas debiendo comenzar la semana del 10 de abril, o de forma inmediata tras formalización del contrato si la tramitación de este se alarga. Terminada la campaña, la empresa adjudicataria deberá elaborar informe  en el que se describan los trabajos realizados, metodología empleada con indicación de las dificultades encontradas, posibilidades de mejora, número de nidos y huevos retirados, ejemplares capturados, distribución de los emplazamientos de los nidos y comparación con los años anteriores.

En cuanto al control de estorninos, el contrato contempla también un censo anual de la población de aves que utiliza las zonas verdes de la ciudad como dormideros comunales. Este censo se realizará cada temporada mediante conteos al anochecer. El conteo se repetirá al menos mensualmente con el fin de hacer un seguimiento de los resultados del control.

El objetivo es asegurar el desplazamiento y expulsión de la totalidad de las aves de los dormideros utilizados y localizar el lugar nuevo donde se vayan a asentar para volver a expulsarles y repetir la maniobra tantas veces como sea necesario hasta que dejen de causar molestias a la ciudadanía. Al final de la temporada también se deberá realizar informes en los que se cuente la situación de los dormideros controlados, el tamaño de la población de estorninos detectada y desplazada.

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