El Fogasa sigue sin pagar a los despedidos de Alu Ibérica, aunque revisa las negativas

Los extrabajadores avilesinos solicitaron hace casi un mes un cambio de actitud del Fondo de Garantía Salarial, que aún no se ha materializado

Una concentración de trabajadores de Alu Ibérica delante de la Junta General del Principado. | Luisma Murias

Una concentración de trabajadores de Alu Ibérica delante de la Junta General del Principado. | Luisma Murias / Saúl Fernández

Saúl Fernández

Saúl Fernández

El Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) sigue sin pagar las indemnizaciones que reclaman los despedidos de Alu Ibérica desde hace casi trece meses. "Pese a esto, por lo menos ahora estamos ‘en revisión’", señaló uno de los extrabajadores de la fábrica de aluminio de Avilés cuya solicitud primera había sido rechazada por el ente que pertenece al Ministerio de Trabajo aduciendo que no podía pagar porque los despedidos habían alcanzado un acuerdo con Alcoa que suponía, grosso modo, que si los trabajadores retiraban las denuncias contra los mandos de la multinacional norteamericana, esta se comprometía a abonar a cada uno de ellos indemnizaciones de 60 días por año trabajado más 10.000 euros lineales para cada uno de ellos.

El colectivo de despedidos de Avilés –256– pasaron a engrosar las listas del Servicio de Empleo del Principado de Asturias en mayo de 2022 como consecuencia de un expediente de extinción de contratos acordado con los administradores concursales de la fábrica. Previamente, los representantes de estos trabajadores habían negociado con los servicios jurídicos de Alcoa un acuerdo legal que suponía volver al compromiso previo de la multinacional: si no vendía las fábricas de Avilés y La Coruña despedía a su personal a través de un plan social. Sin embargo, una impugnación de varios trabajadores excluidos de este acuerdo ha sido la excusa para no activar los pagos. Con lo cual, los despedidos tienen un acuerdo que, por el momento, es papel mojado. Y el pago que debería venir del Fogasa –de mínimos, pero consecuente a la declaración de quiebra de una empresa– no termina de activarse en Avilés.

Los afectados por este marabayo burocrático esperan que el cambio de calificación de sus expedientes "sea para bien". Y pronto.

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