La falta de un plan industrial y de apoyo financiero desinfla el futuro en Alu Ibérica

Las empresas que habían mostrado interés ya descartaban hace meses adquirir la totalidad del suelo y señalaban lo complejo de la operación

Las instalaciones de Alu Ibérica, antigua Alcoa, con el muelle portuario al fondo. | Lne

Las instalaciones de Alu Ibérica, antigua Alcoa, con el muelle portuario al fondo. | Lne / M. M. / S. F.

M. M. / S. F.

La falta de un plan industrial y de apoyo financiero desinfla el futuro de dar una nueva vida a las antiguas instalaciones de Alu Ibérica (antes Alcoa). De todas las empresas que se interesaron por las instalaciones, ninguna ha presentado proyecto. Pero no solo eso, si la última esperanza estaba en Windar Renovables y en Ignis, las distintas fuentes consultadas señalaron que la falta de apoyos por parte de los gobiernos central, regional y local, enfrían incluso esas posibilidades, ya que ninguna ha realizado ni un solo movimiento en los últimos meses.

"No hubo ni hay una apuesta clara y decidida por parte de ningún gobierno para sacar adelante un proyecto industrial en esas naves. Y de momento no parece que tampoco se esté moviendo nada. Todo lo que hay es de una enorme complejidad y muy costoso para que una empresa por sí sola apueste por ello. Si no hay ayudas, será muy difícil encontrar una solución a corto y medio plazo", aseguró ayer una de las fuentes conocedora de los distintos movimientos que hubo en torno a una posible solución de futuro.

Los administradores concursales de Alu Ibérica confirmaron a este periódico que si el próximo 9 de junio no se materializa ninguna oferta por el conjunto de la unidad productiva para su venta "en globo", se iniciará el proceso para su venta desgajada. El objetivo es obtener el dinero necesario para cubrir la deuda que se generó mientras Alu Ibérica estuvo en manos de David Domenech, investigado por la Audiencia Nacional. Se calcula unos 40 millones de euros.

Ya el pasado otoño, cuando se conocieron las condiciones del plan de liquidación de Alu Ibérica, las empresas que habían mostrado interés en ese suelo descartaban la compra de la totalidad de la superficie, aproximadamente 1,2 millones de metros cuadrados.

La operación está plagada de dificultades. Por un lado, y según coincidieron en señalar las fuentes, ninguna de las empresas que mostraron interés necesitaban tanto terreno ni instalaciones. De hecho, hubo contactos entre algunas de ellas para presentar proyectos conjuntos. Ninguno prosperó.

Por otro lado, además de la inversión para hacerse con la propiedad, el desarrollo de cualquier proyecto industrial supondría un enorme desembolso económico.

Por si todo esto fuera poco, la mitad de los terrenos donde se ubican las naves industriales son propiedad de la Autoridad Portuaria de Avilés, con lo que es necesario su visto bueno para la operación.

Aunque inicialmente fueron muchas las empresas que mostraron interés, finalmente quedaron tres: Trafigura, Ignis y Windar Renovables.

Las dos primeras se habían posicionado como favoritas. La multinacional Trafigura contaba con el aplauso del Ministerio de Industria, porque tiene negocio en los cinco continentes y en distintos sectores, como el petróleo, los minerales y la energía. Su asentamiento en la comarca supondría la creación de miles de empleos directos e indirectos, se llegó a decir hace solo unos meses. Nunca más se supo. Además, las personas que, siempre según las mismas fuentes, habían apostado por esta compañía desde el Gobierno central, ya no están en los puestos que ocupaban.

El proyecto de Ignis encajaría en el ecosistema de hidrógeno verde que se proyecta en Avilés y en Asturias, y sumaba además también la circunstancia de que cuenta con el respaldo del fondo de capital egipcio EFG Hermes. A principios de marzo se hizo público que Ignis Energy Holdings y Resonac Graphite Spain habían llegado a un acuerdo para hacerse con la totalidad de las instalaciones de la antigua Alcoa en La Coruña. En Avilés mantuvo contactos con Windar Renovables, pero a día de hoy no han fructificado y casi se da por descartada su apuesta por las instalaciones locales.

Así que, salvo sorpresa, solo queda el plan de la multinacional Windar, que sigue guardando silencio.

Cambia Avilés (confluencia de IU y Podemos) rechazó ayer que se desgajen los 1,2 millones de metros cuadrados y exigió un plan industrial que ocupe toda la superficie y genere el mismo número de puestos de trabajo que tenía Alu Ibérica.

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